Vid Dattier de Beyrouth

La vid Dattier de Beyrouth es una variedad vigorosa. Produce racimos bastante grandes, de 20 a 25 cm de largo, cónicos y algo sueltos. Las bayas, muy grandes, son elipsoidales, con piel gruesa, de color blanco ámbar. La pulpa es carnosa y dulce. La cosecha tiene lugar a finales de septiembre. La vid Dattier de Beyrouth es sensible al mildiu. Se adapta mejor en regiones cálidas.

La vid (Vitis vinifera) crecía en estado natural hace más de 5000 años. Su introducción en Francia, para el cultivo, se realizó por los romanos. Numerosos híbridos han surgido para variar colores, sabores y usos. La vid Dattier de Beyrouth es una variedad de origen natural, multiplicada en la región de Cavaillon, en el Vaucluse. Está presente en numerosos países con clima cálido. Ha servido como progenitor para nuevas variedades como la cepa Danuta.

Arbusto sarmentoso vigoroso, la vid Dattier de Beyrouth alcanza hasta 5 m. Su forma final dependerá de la poda realizada. La naturaleza de los suelos le es indiferente, poco exigente, la vid incluso prefiere una tierra seca y pedregosa. Su porte semi-erecto a horizontal hace necesario el enrejado sobre alambre. Se recomienda una poda larga. Le gustan las situaciones bien soleadas.
Su follaje recortado, verde intenso en verano, se viste del más bello oro en otoño.
Su floración en racimo ocurre a finales de mayo, ofreciendo flores muy pequeñas blanco-rosadas.
Sus uvas de mesa, en racimos bastante grandes, maduran a finales de septiembre, según las regiones. Las bayas, muy grandes, son elipsoidales, con piel gruesa, de color blanco ámbar. La pulpa es carnosa y dulce.

La uva se consume como fruta de mesa, fresca, pero también en mermelada, jalea, jugo de fruta, repostería y, por supuesto, en vino después de la vinificación.