Cotoneaster

Todas las especies de Cotoneaster son originarias de Eurasia templada, y forman parte de la familia de las Rosáceas. Son arbustos, raramente árboles, ampliamente utilizados y apreciados por su facilidad de cultivo. Son caducos o persistentes, rastreros o erectos, podados con precisión en setos cuidados, arbustivos y habitados por pájaros en setos de boscaje. La elección es amplia para todos los jardines, en todo tipo de terrenos y exposiciones. Todos son poco exigentes y fáciles de cultivar, produciendo una profusión de flores, bayas o follajes muy decorativos en otoño. Las especies de porte bajo, como Cotoneaster dammeri 'Coral Beauty', persistente, completamente rastrero, cubierto de bayas de color naranja brillante, son indispensables en rocallas o para cubrir taludes. Cotoneaster apiculatus es extraordinario, sus ramas y tallos desprenden un olor a cereza o marrasquino al cortarlos, es de tamaño intermedio (90 cm), caduco, y se enciende al final de la temporada. No hace falta presentar a Cotoneaster franchetti, cubierto de flores blancas rosadas y luego de bayas de salmón a lo largo de 3 m de altura, hermoso en todos los climas, en cualquier tipo de suelo. Los veranos calurosos y secos no lograrán hacer desaparecer a Cotoneaster lacteus, un gran persistente, que despliega incluso a la sombra de los grandes árboles sus densos racimos de bayas de color rojo escarlata. Todos los cotoneaster se desarrollan bien al sol, en un suelo moderadamente fértil, bien drenado, pero deben ser inspeccionados regularmente, ya que muchos son sensibles a la bacteria de fuego, una enfermedad sin remedio. Para conocer todo sobre este hermoso arbusto, descubre nuestro completo dossier "Cotoneaster: plantar, podar, mantener"