Grandes rosales arbustivas
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Los grandes rosales son excelentes arbustos florales que estructuran el jardín. A diferencia de los rosales trepadores, estos rosales no requieren soporte. Forman arbustos vigorosos, superando 1,50 m de altura, para usar en el fondo del macizo, en seto libre o paisaje de boscaje. Estos robustos rosales se caracterizan por su porte amplio, su abundante floración y, para algunos, un follaje decorativo o un perfume potente.
El rosal antiguo ‘Sally Holmes’, uno de los más populares, es un gran arbusto flexible y de follaje sano, cubierto todo el verano de grandes flores simples blanco crema con corazón amarillo. El rosal rugosa ‘Roseraie de l’Haÿ’, de porte vigoroso y denso, lleva grandes flores dobles de un carmín profundo, muy perfumadas, y se utiliza con gusto en seto defensivo.
Entre los rosales botánicos, Rosa hugonis, la rosa china amarilla, ofrece en primavera una floración ligera en pequeñas corolas amarillo azufre, llevadas por un follaje finamente disecado. 'Complicata', de porte extendido, produce en verano una profusión de grandes flores simples rosas con estambres dorados, muy apreciadas por los polinizadores. Rosa glauca encanta por su follaje púrpura y sus pequeñas flores simples rosa pálido seguidas de bonitos frutos rojos decorativos. El rosal de Damasco ‘Ispahan’, bien conocido por su perfume potente, forma un arbusto denso y florífero en junio, con rosas muy dobles, rosa claro.
Los rosales aprecian una exposición soleada y un suelo profundo, fértil y bien drenado. Se recomienda un riego regular los dos primeros años, así como una poda ligera a finales de invierno para contener su desarrollo y favorecer la floración.
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