Santolina

La Santolina, pequeño arbusto o arborito decorativo por su follaje plateado, persistente y aromático, coronado por una floración estival en pompones amarillos, es bien conocida en su forma 'pequeño ciprés' (Santolina chamaecyparissus) que compone encantadores bordillos en los jardines cuidados. Esta mediterránea de la familia de las Asteraceae, bastante resistente al frío, también es apreciada por su capacidad de crecer en tierras muy ingratas, pedregosas, pobres, calcáreas y muy secas en verano. Las santolinas tienen su lugar en todos los jardines, estrictos, contemporáneos o naturales. Muy fáciles de cultivar en suelo bien drenado, envejecen mejor en tierras pobres y no toleran bien la humedad estancada. La única exigencia es una poda anual corta después de la floración para mantener al pequeño arbusto con un bonito porte tupido, o incluso antes de la floración en un bordillo estricto.

De aspecto típicamente meridional, de una extrema buena voluntad, fragante, decorativa durante todo el año, la santolina es una planta de garriga que merece ser ampliamente utilizada en el jardín. Desde la Santolina neapolitana Edward Bowles con abundantes flores amarillo pálido, a la S. serratifolia o a la luminosa 'Lemon Fizz' de follaje dorado, es un género más diverso de lo que parece. Descubre nuestra colección de santolinas y llena tu cabeza de ideas de asociaciones con nuestras viváceas mediterráneas y plantas para jardín seco.

Consulta también nuestro completo dossier "Santolina: plantar, mantener, podar"