Echeveria

La Echeveria es una planta suculenta de la familia de las Crasuláceas con hojas en forma de rosetas que posee un encanto increíble. El género Echeveria reúne alrededor de 150 especies suculentas originarias de México y América del Sur, así como numerosas variedades e híbridos. Todas encantan por sus colores variados y la forma de sus rosetas. Originarias de zonas secas y semi-desérticas, estas plantas perennes tapizantes resisten difícilmente a nuestros inviernos fríos y húmedos. Sin embargo, son excelentes para decorar macetas e incluso rocallas secas en zonas costeras. Las hojas gruesas de la Echeveria presentan colores que van desde el verde al azulado y grisáceo, pasando por el púrpura (como en el híbrido Devotion, por ejemplo), el malva (Perle von Nurnberg), el rojo, o incluso casi negro como en la sorprendente Ebony. Algunas variedades son velludas, otras tienen una capa cerosa o un fino tomento en sus hojas. Las Echeveria florecen en verano, en forma de pequeñas campanillas solitarias o reunidas en racimos, en tonos rojos, naranjas, amarillos o blancos. Las flores se sitúan en tallos de longitud variable, sobresaliendo ampliamente de la vegetación o, por el contrario, escondidas entre las hojas. Muy resistente a la sequía, la Echeveria crece mejor con algunos riegos en verano. Esta planta soporta poco las heladas (hasta -5 ºC) y se cultiva principalmente en macetas que se guardan en el interior, protegidas de las heladas, a partir del final del otoño. Para acompañar a la Echeveria, piense, por ejemplo, en los Delospermas que aprecian los mismos ambientes. También puede combinarla con otras plantas suculentas como las siemprevivas, por ejemplo.

Consulte nuestro artículo "Echeveria: plantar, cultivar y mantener"