Kalmia - Laurel de montaña

Desde América del Norte nos llegan los laureles de montaña. Son arbustos persistentes de suelos ácidos, extremadamente resistentes, de gran valor ornamental. Estos primos de las bruyères (pertenecen a la familia de las Ericaceae) no tienen nada que envidiarles, con sus ramos primaverales de campanillas, provenientes de botones que evocan decoraciones de repostería en azúcar. Son elegantes todo el año con su follaje persistente barnizado, y sin duda aportan un toque de originalidad a los macizos. Este género comprende 6 especies, entre las más conocidas se encuentran el grande Kalmia latifolia y su pariente más compacto, Kalmia angustifolia, de aspecto bien diferente. Menos espectacular, Kalmia microphylla prefiere lugares húmedos y pantanosos. En climas frescos y húmedos, en la costa atlántica por ejemplo, el laurel de montaña crece vigorosamente, llegando a formar auténticas matas. Aprecian la media sombra y el sol tenue, y son buenos compañeros para las azaleas, los andrómedas y los rododendros. Los kalmias se adaptan bien al cultivo en macetas, en la terraza, siempre y cuando no se deje secar la tierra.

Para saberlo todo sobre el Kalmia, consulte nuestro completo dossier: Kalmia latifolia - Plantar, cultivar y mantener