Vid Venus

La Vid Venus es una variedad de Vid de mesa de origen americano, muy interesante por su buena resistencia a las enfermedades habituales de la Vid. De vigor medio, puede trepar hasta 3 m si se guía sobre una espaldera. Desde agosto, produce bayas negras bastante grandes, sin pepitas, y muy dulces, deliciosas para consumir frescas o en jugo de fruta. Muy resistente al frío, Venus crecerá en cualquier tierra ordinaria, bien drenada, neutra a moderadamente calcárea, en exposición bien soleada.

La Vid para vino (Vitis vinifera) crecía en estado salvaje hace más de 5000 años en América del Norte y Central, Europa y Asia central y oriental. La subespecie sylvestris aún existe, se trata de una liana trepadora, que crece en los bordes del bosque y es capaz de elevarse a grandes alturas en los árboles. Su introducción en Francia, para el cultivo, se realizó por los focenses en Provenza, alrededor del 600 a.C. Las variedades actuales, denominadas cepajes en el caso de la Vid, están relacionadas con la subespecie vinifera (aunque existen otras especies cultivadas, pero muy minoritarias). Económicamente, la Vid para vino predomina ampliamente sobre la de mesa, se cuentan más de 200 cepajes autorizados en Francia, fruto de un largo trabajo de selección a lo largo de los siglos.

"Venus" es una Vid de mesa, de origen americano. Es un híbrido interespecífico, portador de genes de Vitis vinifera, la uva "clásica" y de Vitis labrusca, una especie botánica americana, llamada Común frambuesa, con uvas de sabor "foxé" (de fox, el zorro, debido a su aroma almizclado). Este cruce (Alden x New York 46000) fue obtenido por Jim N. Moore en el marco de un programa de hibridación de la Vid de la universidad de Arkansas, en Fayetteville, a mediados de los años 60. Sorprendentemente, este programa dio varias variedades con nombres de planetas (Marte, Júpiter, Neptuno...).
El resultado de este cruce es una variedad llena de ventajas. La primera es su buena resistencia a las enfermedades habituales de la Vid, lo que permite limitar los tratamientos a realizar. La segunda es la ausencia de pepitas en las bayas, aunque algunos años, especialmente en caso de estrés, pueden formarse algunas, pero permanecen blandas y se pueden comer. Por último, y sobre todo, ¡proporciona una uva deliciosa!
De vigor medio, esta Vid puede alcanzar los 3 m de altura sobre un soporte como una espaldera o una carpa de jardín. En junio, la floración verde-amarilla de esta variedad auto-fértil, como la mayoría de las otras Vides, evoluciona luego en largos racimos de uvas negras (violeta oscuro), bastante grandes, especialmente para una variedad sin pepitas, con piel a veces gruesa. Variedad precoz, la madurez comienza desde el mes de agosto. Estas bayas carnosas son muy dulces, con un sabor a moscatel y foxé. Son excelentes para degustar crudas o para beber en jugo.

La uva Venus es fácil de cultivar, especialmente porque es muy resistente a las diferentes enfermedades de la Vid, como el mildiu, el oídio y el Botrytis. En general, la uva es rica en vitaminas B, es una fuente de fibra y manganeso y está bien provista de antioxidantes. También podría jugar un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares, y sobre todo, es un postre saludable, natural y sabroso. Para disfrutar de sabores diferentes, planta a su lado una variedad de uvas blancas como Perlette, con sabor a moscatel y también casi sin pepitas. ¿Y por qué no un Común frambuesa, trepador preferiblemente, como Marastar, para preparar deliciosas ensaladas de frutas en verano?