Tomillo Bio - Thymus officinalis

El Tomillo común (Thymus officinalis) es una variedad cuyas hojas ligeramente grisáceas son muy aromáticas. Sus hojas, asociadas al Laurel, Romero y Perejil, formarán un ramillete de hierbas aromáticas ideal para perfumar guisos y salsas o utilizarse en infusiones. El Tomillo se adapta a la mayoría de los tipos de suelo, incluso los pedregosos, pero teme el exceso de humedad. Plántalo en primavera o en otoño y cosecha durante todo el año.

Originario de Europa occidental y del sur, donde a veces se encuentra de forma silvestre, el Tomillo es un subarbusto vivácea que pertenece a la familia de las Lamiáceas. Rústico, forma pequeñas matas aromáticas de follaje verde grisáceo persistente. Esta planta melífera ofrece bonitas flores pequeñas en verano, cuyo color varía del blanco al rosa-malva según las variedades.

Sus hojas con aroma a garriga son muy apreciadas en cocina. Utilizadas solas o en ramillete de hierbas aromáticas, combinadas con Laurel, Perejil y Romero, las hojas de Tomillo aromatizan guisos, salsas, marinadas y caldos. También se usan en infusión, reputada por aliviar molestias digestivas.

El Tomillo es una aromática resistente y fácil de cultivar, que prefiere suelos pobres, ligeros e incluso pedregosos y bien drenados. Si tu tierra es más bien húmeda y arcillosa, te recomendamos cultivarlo en macetas donde se sentirá muy a gusto.

Cosecha: El Tomillo puede cosecharse durante todo el año ya que sus hojas son persistentes. Recolecta preferiblemente por la mañana. El Tomillo está más aromático durante la floración, en verano. Sabiendo que conviene podarlo para mantener una forma compacta, ¡aprovecha para hacer provisión para los meses de invierno!

Conservación: El Tomillo se conserva tradicionalmente mediante secado. Después de lavar y secar los tallos, cuelga los ramilletes boca abajo en un lugar seco y ventilado. Es una operación sencilla y rápida que puedes sustituir por congelación si te resulta más práctico.

El truco del jardinero: En el jardín, no dudes en mezclar los géneros colocando algunas aromáticas como el Tomillo en medio de tus macizos de viváceas o incluso en las rocallas. Se integrarán a la perfección y los aromas, a veces intensos, de las plantas aromáticas suelen tener la capacidad de ahuyentar insectos que podrían atacar vegetales más sensibles como algunos rosales.