
¿Cómo combinar las viváceas con flores negras?
Descubre nuestros consejos para realzarlas
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Las viváceas de flores negras poseen un carpe misterioso y una elegancia que aportan carácter a cualquier jardín. Su color profundo nunca es completamente negro, sino que oscila entre tonos de púrpura oscuro, burdeos sombrío y marrón chocolate. Son perfectas para crear contrastes impactantes o ambientes sofisticados. ¡Descubre nuestras cinco mejores ideas para combinar estas viváceas de flores negras y crear composiciones armoniosas, siguiendo tu estilo de jardín y tus deseos!
En un jardín gráfico en blanco y negro
Combinar flores negras con flores blancas es uno de los contrastes más impactantes. La intensidad del negro se encuentra con la pureza radiante del blanco, creando un ambiente gráfico y contemporáneo. Crea un macizo integrando el Iris germanica ‘Old Black Magic’ junto al aciano ‘Black Sprite’. Resalta el negro de su flora con las inflorescencias esféricas y blancas del Allium stipitatum ‘Mount Everest’ y la corteza blanca del abedul Betula utilis ‘Jacquemontii’. En el frente del macizo, puedes incluir bambúes Phyllostachys nigra, cuyos tallos oscuros harán eco de las flores negras. Este juego de claroscuro atrae inmediatamente la mirada y da relieve a cualquier macizo.
El contraste puede reforzarse con follajes gris plateado, como los de la Artemisia ‘Powis Castle’, el Stachys byzantina o la Salvia argentea. Toques de verde vivo, gracias a hostas abigarrados de blanco, también pueden dinamizar el conjunto. Este tipo de combinación de colores es ideal para jardines contemporáneos o diseños minimalistas donde cada planta se destaca por su forma y tono.

Phyllostachys nigra, Iris germanica ‘Old Black Magic’, Allium stipitatum ‘Mount Everest’, Aciano ‘Black Sprite’ y Betula utilis ‘Jacquemontii’ (foto: Wendy Cutler)
Para crear un ambiente misterioso en azul oscuro y púrpura
Puedes crear un ambiente misterioso y hermoso combinando flores negras con tonos profundos como el azul oscuro y el púrpura. Integra por ejemplo en tu macizo delphiniums, lirios africanos como la variedad ‘Blue Thunder’, una aquilegia ‘Clementine Dark Purple’ o ‘Chocolate Soldier’, y la encantadora violeta Viola cornuta ‘Molly Sanderson’. Para añadir altura y volumen al fondo del macizo, haz trepar sobre una pérgola o contra un muro una clemátide viticella ‘Dark Eyes’.
Para acentuar este ambiente, plantas con follajes oscuros, como la Actaea simplex ‘Brunette’ y el coralito ‘Obsidian’, añaden toques de profundidad. Sus hojas púrpuras a casi negras contrastan con flores más claras y etéreas, como las espigas violetas de la Salvia nemorosa ‘Caradonna’. Esta mezcla de texturas y matices crea un ambiente especialmente poético y misterioso.
El encanto de este tipo de jardín reside en su aparente espontaneidad. Deja que las plantas se mezclen libremente, favoreciendo juegos de sombras y luz, para crear un macizo frondoso, donde cada rincón revele un secreto vegetal. Para perfeccionar este decorado, integra algunos elementos decorativos como arcos de hierro forjado o faroles.
Para inspirarte, descubre también la tendencia «Future Dusk», que pone en valor este tono entre el azul oscuro, el violeta y el negro.

Delphinium, Clematis viticella ‘Dark Eyes’, Viola cornuta ‘Molly Sanderson’, Lirio africano ‘Blue Thunder’ y Aquilegia ‘Clementine Dark Purple’
En un macizo púrpura y anís
La mezcla del púrpura profundo y el verde anís ofrece un contraste elegante y refrescante. Aquí, las flores negras enriquecen la paleta aportando profundidad. Crea un macizo donde las flores oscuras de la aquilegia ‘Black Barlow’ se mezclen con los tonos púrpuras del coralito ‘Black Pearl’ y del Ophiopogon planiscapus ‘Nigrescens’. Para añadir contraste, integra junto a ellas plantas con tonos verde chartreuse a verde anís, un color muy dinámico y luminoso, como el Hydrangea quercifolia ‘Little Honey’, la Hakonechloa macra ‘Aureola’ y la Lysimachia nummularia ‘Goldilocks’. También considera el coralito ‘Lime Marmalade’.
Este contraste es especialmente efectivo en media sombra, donde los matices de verde luminoso y púrpura oscuro parecen vibrar juntos. El resultado es un jardín a la vez enérgico y refinado, perfecto para quienes aman las atmósferas modernas con un toque de fantasía.

Hydrangea quercifolia ‘Little Honey’, Coralito ‘Black Pearl’, Ophiopogon planiscapus ‘Nigrescens’ y Sedum rupestre ‘Angelina’, Aquilegia ‘Black Barlow’ y Lysimachia nummularia ‘Goldilocks’
En un macizo de tonos cálidos
Las flores negras combinan a la perfección con tonos cálidos como el rojo ladrillo, el naranja quemado, el amarillo mostaza india o el cobre. Estos colores evocan los paisajes otoñales, con su riqueza cromática y su ambiente envolvente. Crea un macizo con las flores luminosas del Helenio ‘Moerheim Beauty’, el Bidens ‘Campfire Fireburst’, la Achillea ‘Terracotta’ y las chispas. Integra entre ellos algunos ejemplares de Rudbeckia ‘Green Wizard’ y de Juncus ensifolius. Añade volumen y movimiento con el follaje fino, color bronce, del Carex buchananii, o con matas de Stipa tenuifolia, de reflejos dorados. El contraste entre el calor de los colores otoñales y la profundidad del negro crea una dinámica cautivadora.
Esta combinación de colores es ideal para jardines de inspiración natural, praderas floridas o macizos de finales de verano. Puedes perfeccionar este ambiente con elementos decorativos de estilo «bohémio», como farolillos, guirnaldas, mobiliario de ratán o madera…

Helenio ‘Morheim Beauty’, Juncus ensifolius (foto: M. Lavin), Carex buchananii, Rudbeckia occidentalis ‘Green Wizard’ y Bidens ‘Campfire Fireburst’
En un jardín en rojo y negro
El dúo rojo y negro es la encarnación de la pasión y la intensidad. En un jardín, crea un ambiente espectacular, dinámico y cautivador. Combina las flores oscuras del lirio africano ‘Black Magic’ y de la Alcea rosea Nigra, con las flores rojo escarlata de la Passiflora vitifolia, la salvia arbustiva ‘Reve Rouge’, la chispa ‘Lucifer’ y el Dahlia ‘Bishop of Llandaff’.
El contraste aquí es más que una simple yuxtaposición de colores: se trata de un verdadero diálogo entre la profundidad del negro y el calor vibrante del rojo. Para suavizar esta intensidad, integra algunos follajes púrpuras, como los del Physocarpus opulifolius ‘All Black’ y de algunos coralitos, por ejemplo el ‘Palace Purple’. No dudes en plantar también en el fondo del macizo un arce japonés de hojas rojas, como el Acer palmatum ‘Red Pygmy’.
Una combinación de colores así encuentra su lugar en jardines tanto románticos como audaces, donde se busca provocar emociones intensas. Añade elementos decorativos oscuros – estructuras de hierro forjado, macetas negras lacadas – para reforzar el impacto visual.

Physocarpus opulifolius ‘All Black’, Alcea rosea ‘Nigra’, Salvia ‘Reve Rouge’, lirio africano ‘Black Magic’ y Passiflora vitifolia
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