Stachys byzantina - Oreja de liebre

El Stachys byzantina, también llamado épiaire laineuse, es apodado "Oreja de liebre" por la suavidad de su follaje lanoso gris plateado que a los niños grandes que somos nos encanta acariciar como el pelaje de un pequeño animal. Esta planta perenne tapizante forma rápidamente un cubresuelos muy denso y persistente, proporcionando durante todo el año un toque de elegancia a las zonas rocosas y bastante secas del jardín, a menudo difíciles de vegetar. Sus hermosas inflorescencias en espigas, de primavera a verano, igualmente grises y lanosas, portan pequeñas flores de color rosa violáceo. Su cultivo es muy sencillo, y sus necesidades de agua son reducidas: planta la Oreja de liebre sin dudarlo, ¡hasta los niños la adorarán!

El Stachys byzantina (sinónimo: Stachys lanata) es una planta de la familia de las lamiáceas, al igual que las salvias, tomillos y romeros. Esta planta vivácea con rizomas rastreros es originaria de los céspedes calcáreos euroasiáticos, distribuida desde Irán hasta Turquía, Armenia y Azerbaiyán. Se trata de una planta de suelo drenado pero preferiblemente suelto y profundo, muy resistente al frío y bien adaptada a la sequía estival. Su tocón rastrero, de crecimiento rápido, produce rosetas basales de hojas largamente ovaladas, de 10 cm de largo por 2.5 cm de ancho, con margen crenado, completamente cubiertas de seda lanosa y muy suave. El follaje se eleva hasta 20-25 cm de altura. Cuando llueve, la lámina foliar de color verde reaparece bajo esta pelusa gris. Cuanto más seco sea el suelo, más claro parecerá el follaje, incluso casi blanco. La floración ocurre de junio a agosto, según las regiones: las rosetas producen bohordos floridos de aspecto muy algodonoso. Su tallo de sección cuadrada, de 40 cm de altura, porta hojas pequeñas opuestas cada vez más cortas hacia arriba. En su extremo se desarrolla una espiga de 10 a 22 cm compuesta de numerosas flores diminutas agrupadas en ramilletes. Su tono rosa violáceo se diluye en una abundancia de lana casi blanca.

El Stachys byzantina es perfecto para un jardín seco, sin riego o en rocalla no demasiado árida. Ornamental todo el año, forma magníficos tapices aterciopelados y sin problemas que realzan todas las plantas compañeras. Puedes plantarlo en masa a lo largo de un camino o usarlo para adornar con festón un macizo de flores compuesto por salvias perennes o arbustivas, Boca de lobo, lavandas, Menta de gato, rosales cubresuelos, Allium ornamental, lirios, claveles y muchos más. Solo requiere un suelo bien drenado y sol. En el borde de un macizo mineral, se asociará con sedums, Stipa tenuifolia, aquileas o euforbias.