Actaea simplex Brunette

El Cimicifuga atropurpurea o Actaea simplex Brunette es una hermosa vivácea de sotobosque claro que posee un follaje palmeado muy oscuro, casi negro, y una bonita floración perfumada a finales de verano. Son estos largos espigas florales, de un blanco rosado luminoso, los que le han valido a esta actea su evocador sobrenombre de Hierba de San Cristóbal. Se establece lentamente, formando matas arbustivas de aspecto gráfico, muy interesantes en los macizos de media sombra, en un momento en que las flores se han vuelto escasas.

El Cicimifuga simplex, también llamado Actaea simplex, es una planta herbácea vivácea de la familia de las ranunculáceas originaria de los bosques de Japón y de la Siberia oriental profunda, desde Mongolia hasta el Extremo Oriente ruso, llegando hasta Sajalín y Kamchatka. Su vegetación es caducifolia, brota en primavera y se seca en otoño.

La Actaea Brunette es un cultivar hortícola que se desarrolla en una mata de tallos foliosos. Su follaje es amplio y muy atractivo. Está compuesto por hojas de 30 a 75 cm de color púrpura marrón muy oscuro. En madurez, esta Cimicifuga puede alcanzar una altura de 1,20 m en flor. La planta florece tardíamente de agosto-septiembre a octubre. Sus pequeñas flores estrelladas blanco rosáceo de 2 cm de largo se agrupan en grandes espigas cilíndricas ligeramente arqueadas que miden de 10 a 20 cm de largo. Las flores desprenden un aroma a vainilla. Están sostenidas por tallos de color púrpura. La floración de la Hierba de San Cristóbal es melífera y las mariposas la adoran.

Se planta el Cimicifuga Brunette en bordillos, en macizos así como en sotobosque o incluso aislado. Es una excelente planta para lugares sombreados y frescos. También puedes cultivarla en macetas e incluso utilizar sus flores para la confección de ramos. Combínala con viváceas que aprecian los mismos ambientes: hostas azules, helechos, astilbes, Astrantias rosas, heucheras con follaje rosa o verde ácido...