Las plantas de interior ideales para una veranda

Consejos esenciales para cultivar correctamente plantas de interior en veranda

Gestion de la luz y el sol directo

La mayoría de las plantas aman la luz, pero no necesariamente el sol directo, especialmente detrás de cristales donde los rayos pueden amplificarse. En verano, una veranda orientada al sur o al oeste puede convertirse rápidamente en un horno:

• Instalar cortinas ligeras, persianas o sombreado natural (plantas trepadoras, cortinas vegetales) permite filtrar la luz.
• Algunas plantas toleran bien el pleno sol (plantas suculentas, cactus), pero muchas prefieren una luz brillante indirecta.

Atención a las temperaturas extremas en tu veranda, especialmente en verano

Contrario a lo que se piensa, el principal peligro en una veranda no siempre es el frío… sino el calor. En verano, la temperatura en una veranda puede superar fácilmente los 30 a 40 °C bajo pleno sol, especialmente si está mal ventilada. A partir de 30 °C, la mayoría de las plantas sufren: la fotosíntesis se ralentiza, las hojas se ablandan, algunas se queman o se secan.

Por lo tanto, es crucial:

• ventilar regularmente (abrir puertas y ventanas en las horas frescas),
• evitar las macetas negras que se sobrecalientan,
• y agrupar a la sombra las plantas sensibles durante las olas de calor.

¿Y en invierno?

Dependiendo de si está climatizada o no, la veranda se comportará como una habitación normal… o como un invernadero frío.

• En veranda con calefacción, la temperatura se mantiene por encima de los 15 °C: casi todas las plantas de interior pueden vivir allí todo el año.
• En veranda sin calefacción, puede bajar a 10 °C, 8 °C, o incluso menos por la noche: muchas plantas tropicales no lo toleran.
• Es esencial conocer la temperatura mínima alcanzada en invierno para seleccionar las plantas adecuadas o proteger las más frágiles.

Ajustar los riegos según la temporada

El aire de una veranda suele ser más seco que el de una habitación normal, especialmente en verano.

• En épocas cálidas, hay que vigilar de cerca las necesidades de agua: las plantas en macetas pueden secarse en pocos días, incluso en un día.
• En invierno, por el contrario, se reducen drásticamente los riegos, a la mayoría de las plantas de interior no les gusta la humedad fría.

El buen hábito: siempre verificar el sustrato antes de regar. Es preferible un ligero estrés hídrico que un exceso de agua en un ambiente cerrado.

Elegir bien los recipientes y el drenaje

• Optar por macetas de terracota: permiten una mejor respiración de las raíces y reducen los riesgos de podredumbre.
• Verificar que cada maceta tenga buen drenaje (agujero en el fondo, platillo para maceta no hermético), especialmente en invierno o para plantas suculentas.
• Para las plantas grandes, considerar ruedas o soportes móviles, para poder moverlas fácilmente según la luz o la temporada.

La veranda puede albergar plantas de interior siempre que se elijan resistentes al calor y a atmósferas secas

Plantas de interior ideales para una veranda con calefacción

Una veranda con calefacción, luminosa y mantenida por encima de los 15 °C en invierno, ofrece un ambiente casi tropical… en apariencia. Pero a diferencia de un invernadero o una habitación húmeda, el aire suele ser más seco que en un salón, especialmente en verano, cuando la temperatura sube. Aquí tienes una selección de plantas decorativas, resistentes y bien adaptadas a este tipo de entorno.

El Ave del paraíso – Strelitzia reginae

La strelitzia es una de las estrellas de las verandas luminosas. Su follaje largo, ancho y bien recortado evoca inmediatamente los climas tropicales. Aprecia el calor constante, la luz intensa y tolera bastante bien el aire seco, lo que la hace perfectamente adaptada a una veranda con calefacción. En condiciones ideales, incluso puede producir sus famosas flores naranjas y azules, muy exóticas.

El Croton – Codiaeum variegatum 

Con sus hojas coriáceas y abigarradas en rojo, amarillo, verde y naranja, el Croton es una planta muy ornamental que ama la luz directa o muy intensa. Le teme a los cambios bruscos de temperatura, pero se siente a gusto en un ambiente cálido y estable. A diferencia de otras plantas tropicales, tolera bastante bien el aire seco, siempre que reciba suficiente luz.

El Monstera

Clásico de los interiores, el Monstera deliciosa se desarrolla especialmente bien en una veranda con calefacción, donde puede beneficiarse de una luz abundante sin sol directo demasiado fuerte. Es una planta poco exigente en cuanto a la humedad ambiental. Crece rápido y puede alcanzar dimensiones muy imponentes.

El Árbol del caucho – Ficus elastica 

El Ficus elastica es una excelente opción para las verandas donde la humedad se mantiene moderada. Su follaje grueso y brillante le permite resistir bien el aire seco, siempre que esté expuesto a una luz intensa indirecta. Requiere poco mantenimiento: una limpieza ocasional de las hojas y un espacio suficiente para desarrollarse bien. Puede crecer mucho, pero es fácil de controlar con una poda suave.

El Hibisco

El hibiscus rosa-sinensis es una planta florida que realmente ama el calor y el sol. En una veranda con calefacción, puede florecer casi todo el año si recibe mucha luz. Aprecia riegos regulares, pero sin una atmósfera demasiado húmeda, lo que lo convierte en una excelente opción para esta situación. Una veranda bien expuesta le ofrecerá el clima ideal para producir sus grandes flores en forma de trompeta, rojas, rosas o amarillas según las variedades.

Los Filodendros

No todos los filodendros son iguales cuando se trata de tolerar la sequedad del aire. Algunas variedades son menos susceptibles, (como ‘Congo’, ‘Imperial Red’) de hojas gruesas o anchas, que se desenvuelven muy bien en una veranda con calefacción. Les encanta la luz, el calor, pero no necesitan una humedad ambiental elevada para mantenerse bonitas.

En el sentido de las agujas del reloj: Strelitzia, Croton, Ficus elastica, Monstera deliciosa, Hibiscus rosa-sinensis

Plantas de interior ideales para una veranda sin calefacción

Una veranda sin calefacción ofrece un entorno luminoso, protegido de las heladas, pero sujeto a fuertes variaciones de temperatura. En invierno, la temperatura suele bajar entre 5 y 10 °C, lo que excluye a la mayoría de las plantas tropicales. Sin embargo, es un lugar perfecto para albergar plantas suculentas, cactus o algunas viváceas que aprecian una luz intensa y un periodo de reposo fresco.

Los cactus y plantas suculentas

Los cactus y plantas suculentas son sin duda las plantas mejor adaptadas a una veranda sin calefacción. Géneros de cactus como Echinopsis, Mammillaria, o incluso Polaskia toleran fácilmente temperaturas frescas, siempre que estén plantados en un sustrato bien drenado y se mantengan secos durante el invierno. Benefician de un reposo invernal esencial para su floración futura. Una veranda luminosa les ofrece un marco ideal, siempre que se gestione bien el calor estival, que puede volverse excesivo rápidamente.

Entre las suculentas, el Aloe vera, las Crassula (especialmente Crassula ovata), Kalanchoe, el Portulacaria afra, algunas Euphorbias se adaptan muy bien a la luz intensa y al aire seco de una veranda sin calefacción. Temen más la humedad invernal que el frío. Mientras se suspendan los riegos en invierno, atraviesan la estación fría sin dificultad. Algunas incluso pueden soportar temperaturas cercanas a 5 °C si permanecen completamente secas.

Senecio (rowleyanus, crassissimus, herreianus…)
Estas suculentas originales se presentan en formas variadas: perlas, rubíes, hojas planas o redondeadas. Todas comparten una gran tolerancia a la luz fuerte y al aire seco, así como una buena resistencia al frío moderado, siempre que se mantengan secas. Son perfectas en suspensión o en macetas elevadas.

La Saxifraga de interior

Algunas saxifragas se cultivan muy bien en interior y se sienten cómodas en una veranda fresca. Forman un bonito tapiz de hojas redondas, veteadas o abigarradas, y se multiplican mediante pequeños estolones. Esta planta aprecia la luz suave o tamizada y soporta ambientes frescos. Requiere poco riego en invierno y sigue siendo decorativa todo el año.

El Clivia

El Clivia es un excelente candidato para una veranda sin calefacción. Necesita un periodo de reposo invernal fresco (alrededor de 10 °C) para poder florecer en primavera. Su follaje en forma de cinta es persistente y su floración naranja o roja es espectacular. Requiere poca agua durante el invierno y aprecia una luz indirecta o filtrada.

El Tradescantia

A diferencia de otras especies del género, Tradescantia pallida y T. sillamontana soportan temperaturas más frescas (superiores a 4° C para el segundo). Son ideales en macetas colgantes o en bordillos de mesas de cultivo.

La rosa del desierto – Adenium obesum 

Aunque tiene un origen tropical, el Adenium puede pasar el invierno en una veranda sin calefacción, siempre que se conserve seco y en reposo completo, sin heladas. A partir de 8–10 °C, entra en periodo de latencia, pierde sus hojas y conserva sus reservas en su tronco hinchado. Retoma su crecimiento en primavera con una floración notable.

El Caladio

Los Caladiums, conocidos por sus hojas coloridas y translúcidas, no sobreviven al frío. Pero sus tubérculos pueden invernarse fácilmente fuera de la veranda, en un lugar seco y templado (15–18 °C). A finales de otoño, se retiran los bulbos de la maceta, se secan y se almacenan hasta el regreso del buen tiempo.

En el sentido de las agujas del reloj: Tradescantia sillamontana, Clivia, Saxifraga de interior, Adenium obesum, Euphorbia trigona, Senecio rowleyanus, Caladium