Mammillaria perbella

El Mammillaria perbella es un pequeño cactus cojín originario de México, con una hermosa forma globular con la parte superior aplanada, adornada con agujas muy densas y cortas de color blanco. Esta espinación se agrupa en círculos curvados hacia adentro, con dos espinas prominentes, marrones en los extremos más oscuros, largas y gruesas. A finales de primavera, este cactus lleva una corona vibrante de muchas pequeñas flores rosa púrpura, seguidas de frutos rojos brillantes, igualmente decorativos. Es un cactus solitario que con los años a veces puede ramificarse en su ápice formando colonias de varias "cabezas" como otras especies del mismo género. Esta planta, muy popular debido a su fácil cultivo y su facilidad para florecer, se cultiva simplemente al sol en un suelo muy drenante, ligero, poroso y requerirá muy pocos riegos.

El Mammillaria perbella es una suculenta perenne que pertenece a la inmensa familia de las cactáceas. Mammillaria perbella es un "cactus cojín" ampliamente distribuido desde el centro de México hasta su costa del Pacífico, donde crece en regiones semi-desérticas entre 1500 y 2800 m. Se encuentra en depresiones húmicas entre las rocas de laderas calcáreas. Es una planta que resiste bien la sequía y el calor pero que no sobrevive a temperaturas por debajo de -2 °C, especialmente si el suelo no está perfectamente drenado y seco. Cultívala en maceta fuera de las regiones de clima mediterráneo, al pleno sol o a media sombra en un sustrato muy drenante a base de una mezcla de tierra, arena y gravilla. ¡Evita especialmente ambientes demasiado húmedos o excesos de riego!

El Mammillaria perbella es un cactus muy popular por su facilidad de cultivo. Es una perenne de porte globular que se vuelve columnar con la edad. De crecimiento lento, puede alcanzar los 16 cm de alto y 8 cm de ancho en su entorno natural. Cultivada, forma un cojín enano de solo 10 cm de alto y 10 cm de ancho como máximo. Como todos los mammillarias, su superficie está compuesta por tubérculos dispuestos en espirales simétricas. En esta especie, son cónicos, de 6 a 7 mm de largo y 1 mm de ancho, con epidermis verde mate y con dos aréolas, una en su extremo y otra en su axila. Las aréolas están cubiertas de una pelusa blanca muy abundante en su juventud, lo que hace que el hueco en la parte superior de este cactus siempre quede oculto detrás de este tejido. Las aréolas superiores tienen una primera fila de 14 a 25 espinas blancas de 2 a 4 mm de largo, agrupadas en espiral, y una segunda formada por dos espinas centrales de 4 a 6 mm de largo, más duras, marrones y terminadas en un extremo más oscuro. Esta planta florece en mayo-junio, dando una corona impresionante y muy colorida alrededor de la parte superior de su cuerpo hinchado, con pequeñas flores de 1 cm, rosa púrpura con un centro más oscuro. Le siguen pequeños frutos rojos brillantes, alargados de 1,5 cm, en forma de maza, que prolongan el interés ornamental de la planta.

En la región mediterránea, el Mammillaria perbella encontrará su lugar en un jardín de rocas seco y soleado o en una ladera salvaje. En otros lugares, se plantará en maceta que se guardará al llegar los primeros fríos y se dejará de regar hasta que la vegetación se reanude en primavera. Se puede asociar con otros cactus como echinocactus, ferocactus, astrophytum u otras especies de mammillarias para formar jardines desérticos en miniatura o se puede colocar solo en maceta para decorar un alféizar de ventana.