Melocotonero Anita

El durazno Anita® es una variedad auto fértil, productiva y vigorosa. Sus grandes frutos de aproximadamente 7 a 7,5 cm de diámetro, tienen una piel lisa de un rojo homogéneo, y son redondos. Sus duraznos son de pulpa blanca, jugosa y muy aromática. La cosecha se realiza en la madurez a partir de mediados de julio.

El nombre de la especie « Persica » se le dio al durazno que se pensaba originario de Persia. En realidad, todas las formas cultivadas son originarias del norte de China. Su aparición en Europa se da en el siglo VI y experimenta un fuerte desarrollo en el siglo XIX. A partir de ahí, se realizarán numerosas selecciones para mejorar las cualidades gustativas de la fruta. El durazno Anita® es originario de Italia.

Como muchos árboles frutales, el durazno Anita® aprecia suelos ligeros, ricos, profundos, no tolera el exceso de agua ni los suelos pesados y compactos. Una ubicación soleada protegida del viento compensará su sensibilidad a las heladas primaverales debido a su precocidad. Es un árbol vigoroso con porte extendido que refleja un árbol de tronco alto que posee numerosas ramas de crecimiento horizontal, otorgándole una elegante silueta extendida. Su follaje caduco es de un verde brillante y emana un ligero olor a almendra. Sus hojas son largas, de 8 a 15 cm de largo por 3 a 4 cm de ancho, con un pecíolo corto.
Su floración rosa, temprana, ocurre en marzo. Las flores son hermafroditas y auto fértiles.
La fructificación da como resultado frutos de pulpa blanca, jugosa y aromática. Son bastante grandes, redondos y rojos. Este árbol no requiere mucho mantenimiento. Tolera bien la poda.

El durazno se disfruta crudo, cocido, dulce, salado, flambeado, glaseado o desglasado. Combina muy bien con vino y ciertas carnes, como el pato. Se encuentra en muchas recetas, especialmente en mermeladas, compotas, pasteles...