Avispas en el compost: ¿por qué? ¿Cómo ahuyentarlas?

¿Por qué a las avispas les gusta el compost?

Antes que nada, quizás sea útil precisar que, detrás del término «avispa» se esconden en realidad múltiples especies. Pero las que vamos a encontrar con más frecuencia alrededor y dentro del contenedor de compost es Vespula vulgaris, es decir, la avispa común que se reconoce por su cuerpo amarillo rayado de negro y su cintura fina. No hay que confundirla con los avispones, europeos y asiáticos, notablemente más grandes, y que se distinguen por el hecho de no tener… ¡una cintura de avispa!

El compost, muy atractivo para las avispas

A menudo consideradas como plagas, las avispas son en realidad insectos sociales que se acercan a nuestros jardines o mesas únicamente para alimentarse y alimentar a sus larvas con azúcares y proteínas. Estas necesidades alimenticias se intensifican con el desarrollo de la colonia. Las obreras salen en busca de proteínas para alimentar a las larvas y de azúcares para su propia energía. Este comportamiento alimentario, bien establecido, explica su presencia en lugares ricos en recursos como nuestras mesas bien surtidas, en la terraza o en el compost!

Porque un contenedor de compost es un buffet al aire libre para las avispas. Las cáscaras de frutas y verduras o las frutas podridas atraen irresistiblemente a las avispas. Además, el compost desprende cierta calor, un factor que puede ser favorable para ellas. A esto se suma la presencia de otros invertebrados como moscas y larvas, que constituyen, para algunas especies, una fuente de alimento secundario. En resumen, el compost se convierte en un pequeño ecosistema que las avispas saben explotar perfectamente.

Las avispas se alimentan de azúcar y proteínas

Las prácticas que aumentan el atractivo

Algunas prácticas favorecen involuntariamente la proliferación de avispas en el compost. Un aporte demasiado rico en materiales «verdes» (cáscaras, frutas dañadas) sin suficiente «marrón» (hojas secas, cartón, paja) desequilibra la pila y acelera la fermentación. Si, además, el compostador está mal cerrado o tiene aberturas demasiado grandes, esto facilita el acceso y una posible nidificación. A veces, una simple ubicación en pleno sol o cerca de un punto de agua también puede aumentar el atractivo del lugar.

¿Cuáles son los riesgos relacionados con la presencia de avispas en el compost?

Si la presencia de algunas avispas en el compost suele ser inofensiva, puede volverse molesta e incluso peligrosa si establecen un nido. Pues las avispas pueden fácilmente construir un nido dentro del propio compost.

Las molestias para el jardinero y su familia

A finales de verano, cuando la colonia crece y escasea la comida, las obreras suelen volverse más nerviosas y, por tanto, más agresivas. Un gesto brusco, remover el compost con demasiada energía, y la picadura se vuelve probable. Para las personas alérgicas, el riesgo es obviamente más serio.

Insectos no siempre indeseables

Sin embargo, las avispas desempeñan un papel importante en el equilibrio natural del jardín. Son depredadoras que regulan las poblaciones de moscas y mosquitos, larvas y otros insectos, a veces dañinos para los cultivos. Algunas especies de avispas incluso participan en la polinización. Eliminarlas sistemáticamente podría alterar la cadena ecológica del huerto. El verdadero reto es encontrar un equilibrio: evitar las molestias sin excluir a un insecto que también tiene su lugar en la biodiversidad del jardín.

La avispa también es un aliado en el jardín

Por eso, si no existe ningún riesgo real, es posible mantener ese nido o esas avispas en el compost. Sin embargo, tu compost quedará inutilizable hasta la desaparición de la colonia, entre octubre y noviembre. Siempre puedes hacer otro compost en otro lugar. Igualmente, para evitar cualquier riesgo, establece un perímetro de seguridad de al menos diez metros alrededor del compost, por ejemplo con cinta de señalización. ¡Y educa a tu entorno sobre ello!

¿Cómo alejar las avispas del compost sin desequilibrio?

Querer alejar estas avispas es totalmente legítimo. Para evitar el uso de productos químicos que pondrían en peligro el equilibrio del compost, existen algunas soluciones viables.

La buena gestión del compost

La mejor manera de limitar la presencia de avispas es evitar que quieran instalarse allí. Y esto pasa por una gestión rigurosa del compost:

• Equilibrio de los aportes: respetar la proporción entre materiales verdes (húmedos) y marrones (secos), para evitar fermentaciones demasiado atractivas. Así, un compost demasiado seco suele atraer a las avispas.
• Enterrar los desechos atractivos: frutas muy maduras, cáscaras jugosas, restos de comida deben enterrarse en el centro del montón, nunca dejarlos en la superficie. Se pueden cubrir con materiales secos como cortes de césped previamente secados o una capa muy fina de tierra.
• Evitar las proteínas animales: en un compost convencional, es mejor evitar carne, pescado o productos lácteos que también atraen ratas y avispas. Para ello, preferir un compost Bokashi o lombricompostador.
• Cubrir y cerrar cuidadosamente la tapa: un compostador cerrado con una tapa ajustada limita las intrusiones.
  

  Los contenedores de compost cerrados son menos accesibles para las avispas

Acondicionar el espacio alrededor del compost

La ubicación del contenedor de compost también puede marcar una gran diferencia:

• Evitar zonas demasiado expuestas al sol, ya que aumentan el calor del compost y lo hacen más acogedor.
• Plantar vegetales repelentes alrededor: lavanda, melisa, menta piperita o tanaceto tienen propiedades naturalmente disuasivas.
• Crear una zona de amortiguación: instalar el compost a buena distancia de los lugares de paso para evitar malas sorpresas.

Soluciones naturales para disuadir a las avispas

Cuando las avispas ya están presentes, pero sin peligro inmediato, existen varios métodos suaves para alejarlas:

• Aceites esenciales: unas gotas de eucalipto limón, clavo de olor o geranio rosado en un paño cerca del contenedor pueden actuar como repelente.
• Trampas caseras para avispas: usando una botella cortada, así como jarabe o cerveza azucarada como cebo. Usar puntualmente, para evitar afectar a insectos no objetivo.
• El filamento anti-insectos: colocarlo sobre el montón en verano para limitar el acceso sin asfixiar el compost.

¿Y si un nido se ha instalado?

A veces, las avispas no se conforman con visitar el contenedor de compost… se instalan en él. Evidentemente, su presencia puede resultar molesta, especialmente si hay niños o personas alérgicas.

Si te sientes capaz de hacerlo, es posible ahogar el nido con una manguera de riego. Pero deberás tomar todas las precauciones necesarias para actuar. Es decir, vestir una combinación especial e intervenir preferiblemente al anochecer o incluso de noche, cuando los trajines de las avispas han cesado. El uso del agua dañará el nido y disuadirá a las avispas de volver a instalarse.

Para limitar los riesgos, te recomendamos más bien recurrir a un profesional certificado Certibiocida, una certificación obligatoria para manipular productos insecticidas de uso profesional. Lo más sencillo es dirigirse al ayuntamiento de tu localidad.

Si no, puedes esperar al invierno. Los nidos quedan abandonados desde el otoño, así que podrás retirarlo sin riesgo y asegurar el compostador antes de la siguiente primavera.