Grosella blanca Hollande blanche

Con una producción regular y abundante, este grosellero de racimos Holanda blanca es una variedad vigorosa, con grandes bayas blancas teñidas de rosa, y una vegetación atractivamente ramificada. Sus frutos sabrosos tienen un sabor dulce y están deliciosamente perfumados. Sus grosellas se recolectan a partir de mediados de julio. Es una excelente variedad, que ofrece un buen rendimiento. Poco ácida, es ideal para degustar directamente del arbusto y perfecta para la mesa. Cultivo fácil al sol no abrasador, en suelo bien drenado, incluso pobre.

El Grosellero de racimos, también llamado Ribes rubrum, pertenece a la familia de las Grossulariaceae. Es una planta cultivada desde hace mucho tiempo, que crece espontáneamente en muchas regiones templadas del hemisferio norte, desde Europa hasta Siberia, llegando hasta Manchuria. 'Holanda blanca' es un arbusto de porte en mata, sin espinas, con ramas un poco rígidas, ramificadas, cuya madera es blanda y provista de una médula abundante. Este arbusto alcanzará 1.30 m de altura, con una anchura de 1 m. El follaje es caduco, compuesto de hojas palmeadas, lobuladas y aromáticas, de color verde medio. La floración ocurre a principios de mayo, en forma de racimos de pequeñas flores verdosas a parduscas insignificantes, intensamente visitadas por las abejas. La fructificación se produce principalmente en las ramas de uno y dos años. El arbusto se cubre entonces de numerosos racimos de pequeñas bayas redondas y translúcidas, primero verdes y luego blanco-rosadas, de 6 mm de diámetro, que contienen pequeñas semillas. La cosecha se realiza a medida que maduran los frutos, a partir de mediados de julio. Las grosellas presentan una carne pálida, jugosa y dulce, poco ácida. La grosella es un fruto bajo en calorías (ya sea blanca o roja), rica en minerales y oligoelementos, así como en potasio, calcio y fósforo. También ofrece una buena fuente de vitamina C y fibra. El rendimiento de esta variedad es bueno, alrededor de 6 kg por planta si las condiciones de cultivo son óptimas. El sistema radicular es superficial.

Utiliza las grosellas frescas, en mermelada o en repostería para rellenar tartas o hacer sorbetes. En el jardín, este arbusto, modesto gran parte del año, adquiere todo su atractivo cuando se carga de sus largos racimos de perlas translúcidas en las que juega la luz estival. El placer es triple, tanto visual como gustativo, pero también olfativo cuando su follaje cálido perfuma el jardín. Su combinación será exitosa con variedades de racimos rosados o rojos, groselleros espinosos, pero también con arbustos que ofrecen una hermosa fructificación (no comestible), como el Leycesteria formosa, callicarpas, Nandina domestica y sus variedades, membrilleros de Japón, el Cotoneaster de hojas pequeñas, el hipérico Magical Beauty, las sinforinas... Para pequeños jardines, o para ahorrar espacio, es astuto poner en espaldera este grosellero de racimos 'Holanda blanca' contra un muro o guiarlo en forma de tronco. Cabe destacar que el grosellero puede perfectamente figurar en un huerto en la terraza, ya que se comporta bastante bien en macetas grandes, a partir de unos cuarenta centímetros de profundidad, cuidando de no regarlo con agua demasiado calcárea.

El grosellero silvestre Ribes rubrum posee propiedades medicinales. Se utiliza para el tratamiento de reumatismos, enfermedades infecciosas, especialmente porque los frutos se consumen frescos.