Grosella negra Delbard Robusta

Creación de los Viveros Georges Delbard, la Grosella negra Delbard Robusta® es una variedad autopolinizante que produce abundantemente racimos compuestos de grandes bayas negras, con una pulpa sabrosa, dulce y ácida. La riqueza en pectina de los frutos de la Grosella negra es ideal para preparar mermeladas o confituras. Ventajosamente, las bayas jugosas serán muy apreciadas para elaborar licores, y su aroma dulce y ácido hará maravillas en repostería o como acompañamiento de platos salados. 'Robusta' es una variedad resistente a enfermedades, especialmente al oídio. Su cultivo fácil al sol no abrasador, en suelo bien drenado, incluso pobre, le permite ser utilizada tanto en terreno abierto como en macetas. La presencia de otras variedades de Grosella negra en las proximidades permitirá escalonar las cosechas y aumentar la productividad gracias a una mejor polinización. Plantación de octubre a marzo para una cosecha alrededor del mes de julio.

Las Grosellas negras, también llamadas Groselleros negros o Gadelleros negros, pertenecen a la familia de las Grossulariáceas, como los Groselleros a racimos y los Groselleros espinosos, de los que se distinguen por sus frutos negros. Los orígenes de las regiones templadas del norte de Europa hasta Asia confieren a la Grosella negra una muy buena resistencia al frío. Cultivado desde el siglo XVI, la Grosella negra crece espontáneamente en los bosques frescos del noreste de Europa. Históricamente, se ha utilizado principalmente como planta medicinal, los boticarios y curanderos le atribuían poderosas virtudes. Es un arbusto no espinoso, con porte en mata de ramas algo rígidas, poco ramificadas, cuya madera es tierna y provista de una médula abundante. Este arbusto muy resistente alcanzará 1.30 m en todas direcciones. El follaje es caduco, compuesto de hojas palmeadas, lobuladas, de color verde medio. Es particularmente aromático y agradablemente perfumado cuando se frota. Hojas, frutos y yemas están intensamente perfumados, debido a la presencia de glándulas que contienen aceites esenciales, utilizados en perfumería.

La floración tiene lugar en primavera, en forma de racimos de pequeñas flores verdosas a parduzcas insignificantes, intensamente visitadas por las abejas. La fructificación se produce principalmente en las ramas de dos y tres años y se vuelve más escasa en las ramas de 4 años y más. El arbusto se cubre entonces de numerosos racimos de bayas redondas negras llenas de una pulpa jugosa, que contienen pequeñas semillas. Esta variedad autopolinizante y vigorosa produce abundantemente en agosto. La recolección, que se escalona según la maduración de los frutos, se simplifica gracias al tamaño de las bayas. Efectivamente, produce racimos de frutos negros grandes, con una pulpa perfumada y jugosa y un sabor dulce y ácido. La producción de una Grosella negra es de aproximadamente 3 a 5 kg de frutos por planta según la edad y las condiciones de cultivo. Todas las variedades de Grosella negra son ricas en vitamina C, antioxidantes, minerales, oligoelementos, así como en potasio, calcio y fósforo, siendo verdaderos aliados para la salud. Además, se encuentra entre los pequeños frutos menos energéticos (50 kcal por 100 g). Es preferible cultivar los Groselleros al sol, pero no abrasador, en suelo drenado, incluso pobre.

Las bayas de la Grosella negra Delbard Robusta con una pulpa muy perfumada y dulce, y un sabor suave y ácido son exquisitas para degustar frescas y beneficiarse de todas las ventajas nutricionales del fruto. Excelentes en mermeladas o confituras, también se pueden usar para decorar tartas y preparar pasteles. Ventajosamente, serán perfectas para elaborar sorbetes, helados o batidos. El sabor de los frutos aportará un verdadero plus como acompañamiento de ensaladas de frutas de temporada, carnes rojas o como toque en ensaladas compuestas. También se pueden preparar jugos o jarabes, sin olvidar el tradicional licor de grosella negra, que aromatizará Kir, cócteles y Sangría.

En verano, la Grosella negra es muy decorativa por el color de sus largos racimos de bayas negras que se recogen con placer. En el jardín, encuentra su lugar en asociación con Groselleros, Frambuesas o otras variedades de pequeños frutos para formar un pequeño seto gourmet. Es posible cultivarla en macetas, pero hay que asegurarse de elegir un contenedor de al menos 40 cm de altura y ser cuidadoso con la regularidad de los riegos con agua no calcárea.