Lechuga Grand-mère à feuilles rouge

La Lechuga Abuela de hojas rojas es una variedad de invierno, resistente, que produce cogollos voluminosos y firmes. Sus hojas adquieren un color rojo más o menos intenso según la rigurosidad del invierno. Es su crecimiento lento lo que le da su nombre. Siembra de agosto a octubre. Cosecha de marzo a mayo del año siguiente.

Si la Lechuga es uno de los vegetales más apreciados (se consumen 4,2 kilos por persona al año), es tanto por su frescura, su crujiente como por sus cualidades gustativas y nutricionales. Se consume cruda en ensalada, pero también cocida, para acompañar guisantes verdes, por ejemplo.
Vegetal de hoja por excelencia, la Lechuga es una planta anual que pertenece a la gran familia de las Asteráceas. Su nombre latino, Lactuca sativa, hace referencia tanto a la savia blanca (lactuca) que fluye al cortarla como al hecho de que sea cultivada (sativa).
Es un vegetal imprescindible en todo huerto que se precie y existen tantas variedades que es posible cultivarla casi todo el año. El cultivo de la Lechuga es fácil siempre que se respete el calendario de cultivo de cada variedad. Su crecimiento es rápido y se adapta a cualquier suelo, siempre que sea rico y se mantenga fresco.

Cosecha: Se realiza simplemente con un cuchillo cuando alcanza la madurez.

Conservación: la Lechuga se conserva unos días en el refrigerador, pero, para disfrutar al máximo de su frescura, te recomendamos consumirla justo después de cosecharla.

El truco del jardinero: durante los fuertes calores estivales, las lechugas expuestas a pleno sol tienden a marchitarse. Para evitar este fenómeno, recuerda protegerlas de los rayos demasiado ardientes con la ayuda de cajas invertidas. En nuestro caso, las lechugas de verano no se cultivan en hileras, sino intercaladas por todas partes: al pie de los judías trepadoras, en medio de los pepinos y calabazas cuyo follaje proporciona una sombra beneficiosa.