Lechuga du Bon Jardinier - Vilmorin

La Lechuga del Buen Jardinero es una variedad de verano y otoño que produce cogollos de muy grande calibre, con hojas verdes gruesas y lisas. Es una ensalada resistente al calor y que ofrece buenos rendimientos. Siembra de febrero a julio para una cosecha de mayo a octubre.

Si la Lechuga forma parte de las hortalizas más apreciadas (se consumen 4,2 kilos al año por persona), es tanto por su frescura, su crujiente como por sus cualidades gustativas y nutricionales. Se consume cruda en ensalada pero también cocida, para acompañar los guisantes verdes, por ejemplo.

Hortaliza de hoja por excelencia, la Lechuga es una planta anual que pertenece a la gran familia de las Asteráceas. Su nombre latino, Lactuca sativa, hace referencia tanto a la savia blanca (lactuca) que fluye cuando se corta como al hecho de que sea cultivada (sativa).

Es una hortaliza imprescindible en todo huerto que se precie y existen tantas variedades que es posible cultivarla casi todo el año.

El cultivo de la Lechuga es fácil siempre que se respete el calendario de cultivo de cada variedad. Su crecimiento es rápido y se adapta a cualquier suelo, siempre que sea rico y se mantenga fresco.

Cosecha: Se realiza simplemente con un cuchillo cuando alcanza la madurez.

Conservación: la Lechuga se conserva unos días en el refrigerador pero, para disfrutar al máximo de su frescura, te recomendamos consumirla justo después de haberla cosechado.

El truco del jardinero : Auténtica pesadilla de los jardineros, las babosas y caracoles adoran las hojas de lechuga. Cuando la caza está abierta, hay que admitir que se está dispuesto a todo para repelerlos o eliminarlos: el cordón de ceniza (que será rápidamente lixiviado por las lluvias), la trampa casera llena de cerveza (de la que los erizos se embriagan hasta el coma etílico), las tiras de cobre que supuestamente los electrocutan (que les hacen un poco de cosquillas)...

En lugar de perder tu tiempo y, de paso, tus lechugas, te recomendamos usar un producto anti babosas compuesto de fosfato férrico conocido como Ferramol. A diferencia de los anti babosas a base de metaldehído, peligrosos para la fauna y contaminantes, el Ferramol es natural, no tóxico y muy eficaz siempre que recuerdes "tratar" tu parcela unos días antes de realizar tu siembra.