Col de Milan Taler F1

El Col de Milán Taler F1 es una variedad de verano y otoño, muy resistente, que produce cabezas densas y pesadas, compuestas de hojas rizadas. Esta col soporta las primeras heladas y se conserva muy bien, ideal para congelar. Siembra de marzo a junio para una cosecha de agosto a diciembre.

También conocido como Col de Milán, Col crespa o Repollo rizado, el Col de Milán tiene el nombre científico de Brassica oleracea sabauda (en latín, sabauda se refiere a Saboya). Pertenece a la gran familia de las Brassicaceae (antes Cruciferae).

Originario, como era de esperar, de Italia y más concretamente de Milán, este repollo es bastante similar al Repollo liso, pero se distingue por el aspecto rizado o crespo de sus hojas. Existen numerosas variedades cuya producción se extiende desde la primavera hasta el invierno. Eligiendo cuidadosamente tus semillas y escalonando las siembras en el tiempo, podrás disponer de esta hortaliza durante un período muy largo.

Hortaliza por excelencia de otoño e invierno, el Col de Milán resiste bien al frío. Es delicioso crudo en ensalada pero también se consume cocido, estofado con salchichas o incluso con pescado. Desde el punto de vista nutricional, esta hortaliza de hoja es notable: es bajo en calorías y muy rico en vitaminas C y B6, además contiene mucha fibra y minerales como el calcio.

En el jardín, como casi todas las coles (excepto la de Bruselas), el Col de Milán es una hortaliza exigente, requiere un excelente abono de fondo y una humedad regular.

Cosecha: se recolecta cuando la cabeza está bien formada, cortándolo simplemente al ras del suelo.

Conservación: los repollos se conservan bastante tiempo en la planta y aguantan varios días en el refrigerador. También se congelan muy bien después de blanquearlos durante 3 a 5 minutos en agua hirviendo con sal.

El consejo del jardinero: el principal enemigo de la col, la mariposa blanca de la col (Pieris brassicae) es una bonita mariposa blanco crema con pequeñas manchas negras que despierta en abril-mayo para causar estragos durante todo el verano devorando sus hojas. No te dejes sorprender y opta por la prevención instalando, de forma hermética sobre arcos de huerto, una malla antiinsectos. Estas mallas son fáciles de colocar y reutilizables para proteger, por ejemplo, tus cultivos de zanahorias y puerros.