El rododendro es un arbusto apreciado por su floración espectacular y su follaje perenne. Encuentra su lugar en muchos jardines, aportando un toque de color en primavera. Multiplicar el rododendro permite reproducir fielmente sus características, enriquecer tu jardín con nuevos arbustos y compartir esta planta con otros entusiastas. El acodo es un método eficaz para lograrlo.
Los rododendros (y las azaleas): joyas de nuestros jardines
Los rododendros son arbustos imprescindibles para los jardines de sombra. Su floración abundante y colorida ilumina los espacios sombreados en primavera y principios de verano. Estas plantas de tierra de brezo, apreciadas por su rusticidad y longevidad, se adaptan a diferentes tipos de jardines. Su follaje perenne (en su mayoría) y sus numerosas variedades los convierten en elementos ideales para crear macizos variados y coloridos. Los rododendros combinan a la perfección con otras plantas de tierra de brezo, ofreciendo así magníficas composiciones florales. Por último, su crecimiento lento los hace adecuados para pequeños espacios y para el cultivo en maceta.
Para saber más, lee Rododendros: plantación, cultivo, mantenimiento y poda.

¿Por qué multiplicar el rododendro?
Multiplicar el rododendro presenta varias ventajas:
- Reproducción fiel: el acodo asegura una copia exacta de la planta madre, preservando así sus cualidades estéticas y su resistencia.
- Adaptación al jardín: las nuevas plantas, procedentes de tu propio jardín, ya están aclimatadas a tu entorno.
- Ahorro: producir tus propias plantas reduce los gastos asociados a la compra de nuevos ejemplares.
- Compartir: regalar plantas de tu jardín es un gesto apreciado entre jardineros.
El rododendro también puede multiplicarse por esquejes. Esta técnica es más rápida, pero con una tasa de éxito menor. Lee nuestro artículo: ¿Cómo hacer esquejes de rododendro?
¿Cuándo multiplicar el rododendro por acodo?
La época ideal para acodar el rododendro es la primavera o el otoño, cuando la planta está en pleno crecimiento y las condiciones climáticas son favorables. Evita los periodos de heladas o de alto calor para maximizar las posibilidades de éxito.
Material necesario para multiplicar el rododendro
- Tijeras de podar limpias y afiladas
- Cuchillo limpio y afilado para realizar la incisión en la rama.
- Ganchos en U para mantener la rama en su lugar en el suelo.
- Tutor para sostener el extremo de la rama acodada.
- Activador radicular (opcional)
- Sustrato y arena para mejorar eventualmente la estructura del suelo en el lugar del acodo.
- Regadera
Pasos prácticos para acodar el rododendro
El acodo por enterramiento es especialmente adecuado para el rododendro. La tasa de éxito del acodo del rododendro suele ser alta, alcanzando a menudo 80-90%, siempre que se sigan las buenas prácticas. Este método de multiplicación es el más fiable para el rododendro, ya que la rama permanece unida a la planta madre y sigue recibiendo nutrientes hasta la aparición de raíces. Estos son los pasos a seguir:
- Elección de la rama: selecciona una rama baja, flexible y vigorosa, situada cerca del suelo. Elige también una rama con yemas bien desarrolladas para acelerar la emisión de raíces.
- Preparación de la rama: retira las hojas en la porción que será enterrada y realiza una ligera incisión oblicua bajo una yema para favorecer la emisión de raíces.
- Preparación del suelo: afloja el suelo en el lugar donde se enterrará la rama y enriquécelo con una mezcla de sustrato y arena para mejorar el drenaje.
- Colocación: dobla la rama hacia el suelo, coloca la parte incisada en la zanja preparada y cúbrela con tierra unos 10-15 cm. Utiliza un gancho en U (o, en su defecto, una piedra) para mantener la rama en su lugar.

- Tutorado: endereza el extremo libre de la rama y átala a un tutor para que permanezca vertical.
- Riego: riega generosamente después de la colocación y mantén el suelo húmedo durante todo el periodo de enraizamiento. Vigila regularmente la zona de acodo para asegurarte de que no se seque ni se pudra.
Sé paciente: por lo general, hay que esperar entre 12 y 18 meses antes de que la planta pueda separarse de la madre y trasplantarse definitivamente.
Errores a evitar
- Enterrar la rama demasiado profundo → riesgo de pudrición.
- Utilizar un suelo demasiado compacto → dificulta la formación de raíces.
- No regar regularmente → ralentiza el enraizamiento.
- Separar la rama demasiado pronto → la planta no sobrevivirá.
Después de la multiplicación: cuidados y mantenimiento
Una vez que la rama acodada esté bien establecida, hay que realizar un seguimiento para garantizar su buen desarrollo.
- Riego regular: mantén el suelo ligeramente húmedo alrededor de la zona de acodo, especialmente en periodos de sequía.
- Protección contra las inclemencias: si la temporada es demasiado húmeda, cubre ligeramente la zona con mantillo para evitar la pudrición.
- Observación del enraizamiento: al cabo de 6-12 meses, comprueba si han aparecido raíces rascando suavemente la tierra alrededor del punto de acodo.
- Separación de la planta: una vez confirmado el enraizamiento, corta la rama a nivel de la planta madre con unas tijeras de podar limpias.
- Trasplante: replanta inmediatamente tu joven rododendro en una maceta con una mezcla de sustrato y brezo o directamente en terreno abierto en un lugar semisombreado.
- Seguimiento y fertilización: riega regularmente después del trasplante y añade un fertilizante adecuado para plantas de tierra de brezo para favorecer el crecimiento.

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