El Cercidiphyllum japonicum, más conocido como Árbol del caramelo, es un árbol ornamental apreciado por su follaje muy decorativo, que adquiere espléndidos colores otoñales. Originario de Japón y China, este árbol forma una silueta majestuosa que puede alcanzar los 12 a 15 m de altura. Posee hojas acorazonadas que toman tonalidades púrpuras en primavera al brotar, se vuelven verdes en verano, y se colorean de amarillo a rojo cobrizo en otoño, antes de caer. Al desprenderse, liberan un aroma a caramelo o pan de especias, lo que le vale su apodo de árbol del caramelo. Aunque el Cercidiphyllum no es un árbol exigente en cuanto a poda, algunas intervenciones bien planificadas pueden contribuir a su salud y belleza. ¡Descubre nuestros consejos para podarlo correctamente!
No dudes en consultar también nuestra guía completa sobre el cultivo del Cercidiphyllum

¿Por qué podar el árbol del caramelo?
El Cercidiphyllum no necesita necesariamente ser podado, generalmente puede prescindir de esta intervención. Sin embargo, en algunos casos, la poda puede ser beneficiosa. Permite principalmente eliminar las ramas muertas, enfermas o dañadas, lo que reduce el riesgo de enfermedades y favorece la circulación de la savia hacia las partes sanas del árbol. Esto limita el riesgo de aparición de hongos o parásitos. La poda también ayuda a mantener una estructura bonita. Aunque el árbol del caramelo tiene naturalmente una silueta elegante, la poda puede ayudar a equilibrar su forma, especialmente si algunas ramas crecen de manera desordenada. También permite limitar sus dimensiones, lo que puede ser útil si tienes un jardín pequeño o un espacio limitado. Por último, la poda permite mejorar la circulación del aire y la exposición a la luz, lo que favorece la buena salud del árbol.

¿Cuándo podar el árbol del caramelo?
El mejor momento para podar el Cercidiphyllum es a finales de invierno - principios de primavera, justo antes de la reanudación de la vegetación. En este periodo, el árbol aún está en periodo de latencia, lo que reduce el estrés de la poda y favorece una cicatrización rápida de las heridas. También es posible podarlo en otoño, después de la caída de las hojas.
El material necesario
- Una podadera bien afilada: Ideal para ramas pequeñas de hasta 2 cm de diámetro.
- Un podador de ramas: Perfecto para ramas más gruesas, hasta 5 cm de diámetro.
- Una sierra de podar: Necesaria para las ramas más gruesas.
- Guantes de jardinería: Para proteger tus manos de cortes y astillas.
- Desinfectante (alcohol de quemar o solución diluida de lejía): Para limpiar las hojas después de cada corte, especialmente si has podado ramas enfermas.
- Pasta cicatrizante para favorecer la cicatrización en las heridas de poda más grandes
Consejos de seguridad
Si necesitas trabajar en altura:
- Utiliza una escalera estable.
- Usa gafas de protección para evitar proyecciones de serrín o pequeños restos.
- Asegúrate de que el entorno está despejado para evitar cualquier riesgo de caída de ramas sobre personas u objetos.
¿Cómo podar el árbol del caramelo?
¡Pasemos a la práctica! Podar un árbol puede parecer intimidante, pero siguiendo estos pasos, verás que es más sencillo de lo que parece.
1- Observar el árbol antes de podar
Antes de empezar, tómate un tiempo para observar tu árbol desde diferentes ángulos. Identifica las ramas muertas, enfermas o dañadas, así como las que se cruzan o parecen mal colocadas. También detecta las ramas que desequilibran la forma del árbol. Visualiza la silueta armoniosa que deseas obtener después de la poda.
La idea es mantener en mente la estructura natural del árbol, interviniendo de manera ligera y reflexiva.
2- Eliminar las ramas muertas o enfermas
Empieza por cortar las ramas muertas, reconocibles por su aspecto seco y quebradizo, a menudo sin yemas. Si detectas ramas enfermas (presencia de manchas, hongos, etc.):
- Corta bien por debajo de la zona afectada.
- Desinfecta tus herramientas entre cada corte para evitar la propagación de enfermedades.

3- Aclarar el centro del árbol
Para favorecer la circulación del aire y la penetración de la luz:
- Elimina las ramas que se cruzan o se tocan, ya que pueden interferir en su crecimiento.
- Aclara las ramas interiores si el centro del árbol está demasiado denso. Esto también permitirá resaltar la bonita estructura del árbol.
4- Equilibrar la silueta del árbol
Si deseas armonizar la forma del árbol:
- Acorta ligeramente las ramas que desequilibran la silueta.
- Haz cortes limpios, justo por encima de una yema orientada hacia el exterior. Esto favorece un crecimiento hacia afuera, evitando que el árbol se vuelva demasiado compacto.
- Inclina ligeramente el corte para que el agua de lluvia se escurra fácilmente, reduciendo así el riesgo de pudrición.

5- ¿Qué hacer con las ramas gruesas?
Para las ramas gruesas:
- Empieza por hacer una muesca de seguridad en la parte inferior de la rama, a unos 20 cm del tronco, para evitar que se desgarre al caer.
- Luego haz el corte principal unos centímetros más allá.
- Termina con un corte limpio cerca del tronco, sin dañar el collar (la pequeña zona abultada en la base de la rama), ya que es donde la cicatrización es más efectiva.
Nuestros consejos adicionales para un Cercidiphyllum en plena forma
- Aplica pasta cicatrizante en las heridas de poda más grandes, para limitar el riesgo de enfermedades.
- Vigila el rebrote: en primavera, observa cómo reacciona el árbol a la poda. Esto te permitirá ajustar tu enfoque para los años siguientes.
- ¡No podes demasiado drásticamente! El Cercidiphyllum no tolera bien las podas severas. Es mejor intervenir ligeramente cada año que tener que hacer grandes cortes de recuperación.
- Riega bien después de la poda, especialmente en periodos secos. Esto ayuda al árbol a recuperarse del estrés.
- Considera el acolchado en la base del árbol para conservar la humedad y proteger las raíces de las variaciones de temperatura.
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