
7 bulbos de flores verdes para una primavera insólita y elegante
Nuestra selección original
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En el jardín, el color verde está por todas partes… ¡excepto en las flores! Sin embargo, algunas variedades se atreven con este tono discreto y refinado, jugando a ser camaleones vegetales o perlas raras. Las flores verdes tienen ese encanto a la vez sutil y original, perfecto para suavizar las escenas coloridas de la primavera o crear composiciones llenas de delicadeza. Sorprenden, intrigan, pero sobre todo, realzan todas las demás flores con su sobriedad sofisticada.
Descubre nuestra selección de 7 bulbos de primavera con flores verdes, desde los imprescindibles como el tulipán hasta especies botánicas más raras. Desde la rocalla fresca a la sombra de los árboles, pasando por macetas o arriates soleados, hay para todos los gustos y todas las exposiciones. ¿El punto en común de estas bellezas? Un estilo único, a veces salvaje, a veces gráfico, pero siempre lleno de poesía.
Anémona nemorosa 'Virescens' – La elegancia verde de la sombra
Aún poco extendida en Francia, la Anemone nemorosa ‘Virescens’ es una rareza botánica de encanto discreto pero poderoso. Esta anémona de bosque forma un tapiz bajo de 15 cm de alto por 20 cm de ancho, que se extiende lentamente gracias a un rizoma carnoso, que crece justo bajo la superficie del suelo. Su floración, de marzo a mediados de mayo, sorprende por sus «flores» verdes en forma de pequeños palmeras, compuestas por brácteas foliares verdes finamente recortadas que rodean un discreto corazón amarillo. Aquí no hay pétalos, sino una estructura vegetal refinada y gráfica, casi escultórica.
Galardonada con un AGM por la Royal Horticultural Society, ‘Virescens’ es ideal para zonas frescas, de semisombra a sombreadas, en suelo rico en humus. Se desarrolla bien al pie de setos, bajo árboles caducos o en macizos de sombra donde se instala lentamente, pero acaba formando una cubresuelos densa y sin mantenimiento, resistente a las malas hierbas. Para asociaciones suaves y naturales, piensa en la anemone blanda, que toma el relevo al final de la floración, o en follajes contrastados como los hostas enanos.
Fritillaria pontica – Campanillas de montaña en verde y morado
Pequeña, pero llena de encanto, la Fritillaria pontica es una especie botánica originaria de las montañas de los Balcanes y Turquía. Esta planta bulbosa resistente forma en primavera (abril-mayo) tallos finos de 20 a 38 cm que llevan campanillas inclinadas de unos 4 cm, con un colorido sutil: verde-amarillo limón pálido, delicadamente ribeteado de marrón violáceo en el exterior y verde moteado de marrón en el interior. Sus hojas verde-grisáceas, estrechas y dispuestas en grupos de tres, acentúan su apariencia natural y elegante.
Perfectamente adaptada a jardines de rocalla o bordillos frescos, pero bien drenados, prefiere una exposición soleada, no abrasadora, o semisombreada. El suelo debe permanecer fresco en primavera y luego secarse en verano, imitando su hábitat montañoso original. Entra en periodo de latencia estival y no soporta el calor excesivo. Asociada con las anémonas pulsatillas, los tulipanes y los narcisos botánicos, crea una escena a la vez campestre y sofisticada, con flores primaverales de tonos suaves y un espíritu silvestre muy chic.
Tulipa 'Brooklyn' – Una rareza bicolor en el jardín
El Tulipán ‘Brooklyn’ es una variedad excepcional con flores dobles espectaculares que florecen en mayo. Cada flor presenta un cono central de pétalos blancos estrechamente anidados, rodeado de pétalos de un verde más o menos intenso, ofreciendo un contraste llamativo y un aspecto exótico. Este tulipán alcanza unos 25 cm de altura en madurez y se caracteriza por tallos robustos y rechonchos.
Extremadamente rústico, el Tulipán ‘Brooklyn’ es versátil y se adapta a diversos usos: en macizos, parterres, bordillos, o incluso en macetas y jardineras. Sus flores únicas también hacen maravillas en ramos. Para una combinación armoniosa, planta el Tulipán ‘Brooklyn’ junto al Muscari armeniacum o al Narcissus ‘Thalia’ que comparten requerimientos de cultivo similares y cuyos tonos resaltarán el verde único del tulipán.
Bellevalia pycnantha 'Green Pearl' – Un jacinto de uva verde
Poco conocido pero lleno de promesas, el Bellevalia pycnantha ‘Green Pearl’ (anteriormente Muscari paradoxum) es una planta bulbosa resistente originaria de Turquía y el Cáucaso. Ofrece en primavera (abril-mayo) una floración única: pequeñas espigas cónicas de flores en forma de campanillas verde chartreuse que viran al color crema, sostenidas por tallos más cortos que el follaje, el cual recuerda al de un jacinto por su textura y anchura.
Con una altura de 15 a 30 cm, esta planta se adapta fácilmente a suelos muy bien drenados, incluso pedregosos o arenosos, y requiere sobre todo un verano seco para respetar su ciclo natural. De hecho, la vegetación se seca por completo en junio, dejando el bulbo en reposo hasta el otoño. Muy adaptable, el Bellevalia ‘Green Pearl’ se integra bien en rocallas, bordillos o al pie de árboles caducos. Combínalo con crocus y tulipanes botánicos, para crear una escena primaveral fresca y delicada. Su floración, discretamente perfumada y visitada por abejas, aporta un toque raro y original al jardín del coleccionista o del aficionado experto.
Gladiolus 'Green Star' – El brillo lima de los macizos de verano
Con sus grandes flores rizadas en tonos verde anís a verde lima, el Gladiolo ‘Green Star’ ilumina los macizos estivales y transforma los ramos caseros en auténticas composiciones de florista. Perteneciente al grupo de los Grandiflorus, forma una gran mata frondosa de 1 metro de alto, con hojas en forma de espada y tallos con flores robustos cubiertos de numerosos capullos.
La floración se extiende durante el verano, si se escalonan las plantaciones de marzo a finales de junio. Las flores en forma de embudo muy abierto, de 10 cm de largo, tienen pétalos rizados y un tono raro entre el verde limón y el amarillo lima, que resalta maravillosamente combinado con flores violetas, ciruela o azul profundo.
A este gladiolo le encanta el pleno sol, un suelo rico, drenado, y una exposición bien despejada. Aprecia la compañía de follajes generosos para equilibrar su silueta vertical: piensa en las salvias, tabacos ornamentales, bergamotas silvestres. En un espíritu más campestre, también lucirá en los pequeños jardínes amurallados, al fondo de bancales de huerto floridos. En un jarrón, aguanta muy bien. ¡Un imprescindible a la vez retro y tremendamente trendy gracias a su colorido ácido y moderno!
Fritillaria persica 'Green Dreams' – Una vertical bicolor de un elegante inusual
Más discreta que la corona imperial, pero igual de espectacular, la Fritillaria persica ‘Green Dreams’ despliega en abril sus grandes bohordos floridos de 80 cm, cubiertos de 15 a 20 campanillas colgantes, de un verde almendra matizado de marrón-ciruela, como espolvoreadas con un fino polvillo alquemila. El follaje gris-verdoso azulado, mate y regular, también es muy ornamental, formando una elegante espiral en el tallo.
Originaria de las montañas de Persia, esta bulbosa resistente prefiere suelos secos, bien drenados, a pleno sol. Le teme a la humedad invernal: un macizo elevado o una rocalla calcárea son ideales para garantizarle condiciones cercanas a su hábitat natural. Entra en periodo de latencia estival, como muchas bulbosas de clima seco.
‘Green Dreams’ ofrece una presencia notable en macizos, acompañada de tulipanes y narcisos, euforbias alquemila como ‘Glacier Blue’, o incluso salvias y artemisas blancas, que disimulan su ausencia estival. Su dulce aroma atrae polinizadores y, como ventaja adicional, su bulbo ahuyenta roedores, protegiendo otros bulbos cercanos. Una variedad valiosa y rara, perfecta para aportar altura y un toque sofisticado a las escenas primaverales más refinadas.
Tulipa 'Spring Green' – La elegancia crema y verde de la primavera tardía
Clásica entre las clásicas, el Tulipán viridiflora ‘Spring Green’ seduce por su silueta fina y su flor en forma de lirio, que se abre ampliamente en estrella a finales de primavera, entre abril y mayo. Sus pétalos color crema veteados de verde suave aportan frescura y refinamiento, tanto en el jardín como en ramos. Se sostiene sobre un tallo robusto de 45 cm, bien recto y resistente a las inclemencias del tiempo.
Esta variedad pertenece a los tulipanes viridiflora, conocidos por su floración de larga duración (hasta tres semanas) y su buen comportamiento en suelo bien drenado. Se adapta a pleno sol o media sombra, y se integra fácilmente en todo tipo de macizos. Para una escena romántica y dulce, combínala con pensamientos o margaritas rosas, o incluso con alquemilas, cuyo follaje ligero resalta su diseño elegante. Perfecta en bordillos, borduras herbáceas o en grupo en un macizo de viváceas, también se presta al cultivo en maceta.
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