Epimedium pauciflorum

El Epimedium pauciflorum se cuenta entre las Flores de los Elfos más gratificantes, por su facilidad de cultivo, su robustez, su hermoso follaje de acebo y sus encantadoras flores de ancolia en tonos de concha. Esta perenne tapizante forma con el tiempo un tapiz denso y bajo, decorativo todo el año. Es ideal al pie de árboles y arbustos así como en bordillos de media sombra, incluso en suelos secos en verano.

El Epimedium pauciflorum, a veces considerado como sinónimo de Epimedium platypetalum var. tenuis, pertenece a la familia de las berberidáceas. Es una especie botánica originaria de China, más concretamente de la provincia de Sichuan donde crece a 2000 m de altitud. Esta planta perenne rizomatosa, un poco lenta en fijarse, forma una mata tapizante que alcanza 10-15 cm de altura, compacta, compuesta por un follaje coriáceo muy hermoso, con bordes ondulados y espinosos como el del acebo. Sus hojas están divididas en folíolos con forma de pequeños corazones que miden 6 cm de largo por 4 cm de ancho. Su color pasa del verde claro manchado de rojo ladrillo a burdeos hasta el verde oscuro brillante. La floración tiene lugar en abril-mayo, a veces en junio, según el clima. Las flores se agrupan de 3 en el extremo de finos bohordos florales. Cada una está compuesta por sépalos redondeados de color rosa pálido y pétalos rosados teñidos de crema con espolones plateados. El follaje persiste en invierno, pero a menudo se seca entre enero y febrero para renovarse justo antes de la floración.

El Epimedium pauciflorum resulta ser un cubresuelos denso y resistente, aunque pasa desapercibido fuera de su periodo de floración, encantador, más blanco que rosado. Combina bien con muchas otras viváceas y no sufre la competencia de arbustos o árboles grandes.

Los Epimediums, plantas muy bellas de sombra o media sombra, se cultivarán en macizos o en una gran rocalla sombreada, preferiblemente en bordillos de caminos para disfrutar plenamente de su gran belleza. Todos resisten sin protección hasta -12°C, -13°C. Las especies occidentales muy resistentes al frío aceptan condiciones difíciles, como vivir en sombra densa bajo árboles, en suelos muy secos o incluso en tierra arcillosa húmeda. Las especies asiáticas generalmente prefieren un suelo que permanece fresco a húmedo en verano, bien drenado, rico en humus, sin caliza y también toleran la sombra densa. Todos crecen relativamente despacio, pero viven muchos años en su lugar, sin cuidados especiales.