Romneya coulteri - Arbol de las amapolas

El Romneya coulteri es una vivácea arbustiva espectacular que forma una masa tupida y rastrera cubierta en verano de grandes amapolas blancas con corazón amarillo dorado, llevando a la perfección el evocador nombre de Amapola en árbol. Su vegetación, que puede alcanzar proporciones gigantescas en condiciones favorables, es más o menos persistente según el clima. Sus tallos están adornados con un hermoso follaje lobulado de color gris-azulado. Revela toda su esplendor en verano, cuando aparecen sus grandes flores, delicadas como el crespón, dotadas de un agradable aroma a limón. A veces considerada caprichosa, será el orgullo del jardinero que la vea crecer y embellecerse año tras año. Ofrece a este habitante del matorral californiano el pie de un muro, siempre más seco, espacio, un talud pobre, pedregoso y bañado por el sol, pero olvídate de los riegos y los aportes de fertilizantes.

La Amapola en árbol es una vivácea de tocón leñoso perteneciente, al igual que nuestras amapolas, a la familia de las Papaveráceas. Es originaria de las laderas rocosas y barrancos áridos del sur de California. Se encuentra en el chaparral seco, una formación vegetal de clima semiárido comparable a nuestras garrigas y matorrales, así como a lo largo de las costas californianas poco lluviosas. El tocón, vigoroso, se propaga por rizomas subterráneos potentes que pueden alcanzar más de 1m de longitud y volverse invasivos si las condiciones son adecuadas. Una planta adulta alcanzará 1,50m de altura, pero se extenderá sin límite teórico con el tiempo. ¡Algunos ejemplares colonizando más de 25 m² han sido observados en los jardines californianos! La floración, espectacular, alcanza su apogeo en mayo-junio en climas suaves, y puede renovarse hasta septiembre. Las flores, agradablemente perfumadas, tienen la forma de enormes amapolas de 15 a 20cm de diámetro. Están compuestas por 6 pétalos de textura arrugada y color blanco-plateado que rodean un corazón prominente formado por numerosos estambres amarillo-anaranjados. Son seguidas por la formación de frutos curiosos y decorativos en ramos secos, recordando un poco por su estructura a pequeñas jaulas. El follaje es más o menos persistente según la rigurosidad del invierno. Está compuesto por hojas coriáceas, de 12 cm, irregularmente lobuladas en 3 a 5 lóbulos lanceolados, de un hermoso color gris-azulado. El Romneya coulteri es una planta ligada a la ecología del fuego: el periodo de latencia de las semillas solo se rompe en presencia de humo. Su propagación es delicada, su cultivo requiere cierta habilidad, lo que explica la relativa rareza de esta planta en cultivo.

El Romneya coulteri es una planta muy deseable, pero de cultivo delicado y poco resistente a las fuertes heladas (hasta -10/-15°C en suelo seco). Los ejemplares más hermosos, en Francia, crecen en la mitad sur del país, en terrenos pobres, ligeros y secos en verano. Su belleza y sus exigencias en cuanto a sol y calor imponen que se instale aislado en un gran talud, o al pie de una valla que no tardará en invadir. Tendrá éxito donde prosperan el Fremontodendron californicum, los ceanotos persistentes, su pariente vivácea Eschscholtzia californica, el Callirhoe involucrata (la caliroe) y nuestro alcaparro mediterráneo. Podrías imaginar reunir todas estas plantas en un gran macizo elevado, enriquecido con arena gruesa y grava.