El mantillo es una técnica sencilla y eficaz que permite proteger el suelo, limitar la evaporación del agua, reducir el crecimiento de malas hierbas y enriquecer la tierra. Es especialmente útil, ya que facilita el mantenimiento del jardín. Descubre cuáles son las ventajas del mantillo, cómo aplicarlo correctamente en tu jardín y elegir el tipo más adecuado.
¿Qué es el mantillo y para qué sirve?
El mantillo o mulch en inglés, consiste en cubrir el suelo con una capa de materiales orgánicos (paja cortada, heno, hojas secas, etc.) para protegerlo y mejorar su calidad. Esta técnica sencilla imita a la naturaleza: en el bosque, las hojas secas forman una capa que nutre y protege el suelo. Esta capa protectora actúa como un escudo natural, reduciendo además los esfuerzos de mantenimiento. Aquí tienes algunas buenas razones para adoptarlo:
- Reducción del riego: Al conservar la humedad del suelo, el mantillo disminuye la frecuencia de riego necesaria.
- Control de malas hierbas: Una capa gruesa de mantillo evita que crezcan.
- Mejora de la estructura del suelo: Los materiales orgánicos utilizados para el mantillo se descomponen con el tiempo, nutriendo el suelo y favoreciendo una mejor aireación y drenaje del agua de lluvia.
- Protección contra variaciones de temperatura: El mantillo aísla el suelo, manteniendo una temperatura más constante, beneficiosa para las plantas.
- Estética: ¡Un jardín bien acolchado mantiene un aspecto cuidado y ordenado!
- → Michaël te explica todos los beneficios del mantillo en ¿Por qué y cómo aplicar mantillo?

¿Cuál es el mantillo más eficaz?
La elección del mantillo depende de las necesidades específicas del jardín, según el tipo de cultivo. ¡El mejor mantillo es EL mantillo adecuado!
- El mantillo orgánico: (paja, hojas secas, cortes de césped secos, virutas de madera, cáñamo, lino, eulalia, BRF, cáscaras de cacao, cáscaras de alforfón), permite enriquecer el suelo y es especialmente adecuado para huertos y parterres de flores.
- El mantillo mineral: (pizarra triturada, pozzolana, grava) mejora el drenaje y la retención de calor, pero no nutre el suelo. Es adecuado para plantas mediterráneas y rocallas.
- El mantillo sintético: (lonas o films de plástico). Menos ecológico, se utiliza a veces para ciertos cultivos específicos. Limita la aparición de hierbas no deseadas y la evaporación, pero su acción se detiene ahí. Las lonas oscuras tienden a calentar la tierra bajo el sol. Para saber más, consulta nuestro artículo: “¿Malla de mantillo: a favor o en contra?”
Dato útil: en nuestro vivero, encontrarás mantillos listos para usar que facilitan el mantenimiento. Estos productos son prácticos, fáciles de instalar y adecuados para principiantes. Permiten obtener rápidamente los beneficios del mantillo sin preparación.

¿Cuándo hay que aplicar el mantillo?
Hay tres momentos ideales para aplicar mantillo en tu jardín:
- Al inicio de la temporada: Espera a que tus plantas hayan crecido bien antes de aplicar el mantillo. Si lo pones demasiado pronto, las semillas podrían no germinar correctamente.
- En verano: Durante las altas temperaturas, el mantillo ayuda a mantener la humedad del suelo y protege las raíces de la sequía. Aplícalo después de un riego o una lluvia para que se adhiera bien a la tierra húmeda.
- En otoño: Antes del invierno, el mantillo protege las raíces del frío y evita que el suelo se dañe con la lluvia. Los mantillos naturales, como hojas o paja, también nutrirán la tierra al descomponerse.
Los 5 pasos clave para un buen mantillo
Material necesario:
- Un par de guantes de jardinería
- Un rastrillo para aplicar el mantillo
- Compost maduro: para enriquecer el suelo antes de aplicar el mantillo
- Mantillo de tu elección
- Un saco, una carretilla o un cubo para transportar y distribuir el mantillo fácilmente en las zonas a cubrir.
- Paso 1: Desherbar cuidadosamente
Antes de instalar el mantillo, es esencial eliminar todas las malas hierbas presentes en la superficie a cubrir. Deshierba cuidadosamente la zona retirándolas a mano o con una herramienta adecuada. Luego, afloja ligeramente la tierra con un rastrillo para favorecer la penetración del agua y los nutrientes. Si es necesario, riega para que el suelo esté bien húmedo antes de aplicar el mantillo.

- Paso 2: Aportar una ligera capa de compost (opcional)
Un suelo bien nutrido favorecerá el crecimiento de las plantas y mejorará la eficacia del mantillo. Extiende una fina capa de compost maduro (aproximadamente 1 a 2 cm) sobre el suelo antes de aplicar el mantillo. Este compost enriquecerá la tierra con nutrientes y estimulará la actividad microbiana, garantizando un suelo más fértil a largo plazo.

- Paso 3: Extender el mantillo con el grosor adecuado
Distribuye el mantillo de manera homogénea sobre el suelo respetando un grosor de 5 a 10 centímetros. Una capa demasiado fina será ineficaz contra las malas hierbas, mientras que una capa demasiado gruesa impedirá que el agua penetre bien en el suelo. Evita colocar el mantillo directamente contra los tallos de las plantas para prevenir riesgos de pudrición.

- Paso 4: Mantener y renovar el mantillo
Con el tiempo, el mantillo orgánico se descompone y debe renovarse periódicamente. Verifica su estado cada pocos meses y añade una nueva capa si es necesario. Si utilizas cortes de césped, asegúrate de dejarlos secar bien antes de aplicarlos para evitar que se pudran.
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