Plantas anuales melíferas: flores para atraer a los polinizadores

Las plantas anuales melíferas: ¿qué son?

Cuando hablamos de plantas melíferas, nos referimos simplemente a plantas ricas en néctar y polen, que son la delicia de abejas, mariposas, abejorros y muchos otros polinizadores. Juegan un papel súper importante en la naturaleza: alimentan a los insectos y, a cambio, estos pequeños seres aseguran la polinización de nuestras hortalizas, frutas y flores. ¡Es un verdadero intercambio de favores!

Entre ellas, distinguimos las plantas nectaríferas, es decir, aquellas que producen mucho néctar, el alimento preferido de muchos insectos polinizadores. Todas las plantas nectaríferas son melíferas, pero no todas las melíferas son necesariamente nectaríferas: algunas producen principalmente polen. Lo ideal es tener una mezcla de ambas en el jardín para alimentar a todos estos pequeños seres.

Las anuales, por su parte, son plantas que viven, florecen y mueren en una sola temporada. Crecen rápido, florecen a menudo de manera muy abundante y luego terminan su ciclo antes del invierno. A diferencia de las plantas perennes que regresan cada año, las anuales deben resembrarse o replantarse cada primavera (o dejar que la naturaleza actúe si se siembran de manera natural). A veces se asimilan las viváceas sensibles al frío a las anuales, porque desaparecen con el frío.

En resumen, son aliadas valiosas para todos los jardineros, principiantes o expertos, que quieren dar un empujón a la biodiversidad… ¡mientras disfrutan de un jardín que bulle de vida!

El girasol es una anual muy melífera, útil para estructurar un macizo

El papel clave de los polinizadores en nuestros jardines

Los polinizadores son un poco los héroes discretos de nuestros jardines. Los vemos volar de flor en flor, pero lo que hacen es mucho más importante de lo que pensamos. ¿Su misión? Transferir el polen de una flor a otra, lo que permite la fertilización y, por tanto, la producción de fruta, verduras, semillas, etc.

¿Quiénes son estos valiosos aliados?

• Las abejas, por supuesto, tanto domésticas como silvestres, son las estrellas de la polinización.
• Los abejorros, más regordetes, trabajan incluso con tiempo fresco o nublado.
• Las mariposas añaden un toque de magia al jardín mientras polinizan.
• Los escarabajos sírfidos, a menudo confundidos con abejas, también son excelentes polinizadores.
• E incluso algunos coleópteros y murciélagos participan en la aventura (bueno, los murciélagos son en zonas tropicales, ¡pero igual los saludamos!).

¿Por qué es crucial para el jardín?

• Sin ellos, muchos cultivos no darían fruta: tomates, fresas, calabacines, manzanos… ¡la lista es larga!
• Mantienen el equilibrio del ecosistema al permitir la reproducción natural de muchas plantas.
• Ayudan a la diversidad vegetal, lo que hace que el jardín sea más resistente frente a enfermedades o parásitos.

Pero he aquí el problema: los polinizadores están en peligro, debido a los pesticidas, la pérdida de hábitats, el cambio climático… Es aquí donde los jardineros en sus jardines pueden actuar a su escala.

Al plantar anuales melíferas, jardineros y jardineras les ofrecen un comedor florido y un verdadero refugio de néctar. Y como plus, el jardín está lleno de vida, color y mariposas.

Cosmos y Calendula, otros dos campeones melíferos y nectaríferos

Top 7 de plantas anuales melíferas fáciles de cultivar

El Cosmos, ligero y alegre

El cosmos es una planta anual imprescindible en los jardines floridos. Despliega una gran cantidad de flores ligeras y alegres sobre un follaje muy fino, sin agotarse, desde junio hasta las primeras heladas. Atrae tanto a abejas, mariposas como a escarabajos sírfidos. Los Cosmos crecen bien a pleno sol, toleran suelos pobres y pueden alcanzar hasta 1,20 metros de altura según las variedades.

El Caléndula o Calendula, útil en el huerto

La caléndula florece de manera continua desde primavera hasta otoño y se adapta tanto a pleno sol como a media sombra. Permanece bastante compacta, entre 30 y 60 cm de altura, y produce mucho néctar. Como plus, sus pétalos son comestibles y sus raíces ayudan a repeler ciertas plagas en el huerto.

El Girasol imprescindible

Los tallos altos y esbeltos y las flores doradas del girasol causan sensación en cualquier rincón del jardín, en el huerto o al fondo de un macizo. El girasol florece de julio a septiembre y atrae una gran cantidad de insectos libadores. Las semillas que produce también son una verdadera fuente de alimento para las aves al final de la temporada. Le encantan las exposiciones soleadas y puede superar fácilmente los dos metros de altura en las variedades más grandes.

La bonita Borraja

La borraja es una planta encantadora, con flores estrelladas de un azul brillante, muy rica en néctar. Atrae muchas abejas, florece de mayo a septiembre y se adapta tanto al sol como a la media sombra. Alcanza entre 40 y 60 cm de altura y tiene la ventaja de sembrarse de manera natural. Las flores también son comestibles, muy bonitas para decorar ensaladas.

La Facelia ornamental y vigorosa

La facelia, con sus bonitas flores malvas y su floración rápida, es una de las mejores plantas para atraer abejas. Florece en verano, de junio a agosto, y crece bien a pleno sol. Además de ser muy melífera, tiene la capacidad de mejorar el suelo, lo que la convierte en una excelente planta para sembrar como abono verde.

La encantadora Arañuela

La arañuela es una anual de encanto delicado, con follaje muy fino y hermosas flores seguidas de cápsulas ornamentales. Sus flores azul cielo o blancas aportan un toque poético al jardín entre mayo y julio. Atrae polinizadores mientras es decorativa, y sus semillas negras, una vez maduras, pueden cosecharse para la cocina. Es fácil de cultivar, crece al sol y se siembra de manera natural.

El Zinnia florífero y alegre

Por último, el zinnia es una planta muy colorida que florece durante mucho tiempo, desde julio hasta las primeras heladas. Adora el sol y puede alcanzar hasta 90 cm de altura en las variedades más altas. Las mariposas lo adoran. Existe una gran variedad de formas y colores, lo que lo convierte en una bonita planta para macizos, pero también en una excelente flor para cortar y hacer ramos.

La facelia y la borraja tienen un aspecto muy campestre y deleitan a los libadores

Incorporar plantas anuales melíferas en el jardín o el balcón

En el jardín, un lugar privilegiado

Las anuales melíferas encuentran fácilmente su lugar en todo tipo de jardines. Pueden sembrarse en bordes de césped, en franjas floridas o incluso directamente entre los surcos de hortalizas, en el huerto. Algunas especies, como el calendula o la borraja, tienen un doble interés: además de atraer polinizadores, repelen ciertos insectos no deseados, proporcionando así una protección natural a los cultivos. El girasol, con su gran tamaño, también puede servir como referencia visual y estructurar el espacio creando pantallas vegetales o setos ligeros.

En un balcón o terraza, un oasis en macetas

Incluso con un espacio reducido, es totalmente posible atraer polinizadores. En macetas o jardineras, las anuales melíferas prosperan muy bien, siempre que tengan buena exposición al sol y un sustrato bien drenado. El cosmos, el zinnia o el calendula son particularmente adecuados para este tipo de cultivo. Ofrecen una floración generosa y atraen abejas y mariposas, incluso en plena ciudad. Un balcón florido se convierte así en un oasis valioso para los polinizadores.

Mezclas de semillas: una solución simple y eficaz

Para jardineros que buscan un resultado rápido, abundante y variado, las mezclas de semillas melíferas son una excelente opción. Estos paquetes listos para sembrar contienen una variedad de flores que se complementan en términos de floración e interés para los insectos. Permiten crear fácilmente una zona florida en el jardín, asegurando al mismo tiempo una diversidad vegetal interesante.

Garantizar una floración escalonada en el tiempo

Para alimentar a los polinizadores durante un largo período, se recomienda elegir especies que florezcan en momentos diferentes o sembrar varias veces durante la primavera. Esta escalonamiento permite mantener una floración continua, desde la primavera hasta las primeras heladas. Una diversidad de formas y colores también atrae una mayor variedad de insectos, enriqueciendo aún más el ecosistema del jardín o balcón.

Dejar que algunas flores produzcan semillas

Al final de la temporada, puede ser interesante dejar que algunas flores lleguen a formar semillas. Algunas anuales, como la arañuela o la borraja, se siembran de manera natural de un año a otro si el suelo no se altera demasiado. Esto permite encontrar las mismas flores al año siguiente, sin necesidad de replantarlas. También es una hermosa manera de dejar que la naturaleza haga su trabajo y fomentar un jardín más autónomo.

Arañuela y Zinnia. Las Arañuelas se siembran solas en suelos no demasiado pesados