
Clorofito: parásitos, enfermedades y consejos de cuidado que debes conocer
Identificar, prevenir y tratar tu planta araña
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Con sus largas hojas abigarradas y sus encantadores rechazos en cascada, el Clorofito comosum, o planta araña, es una planta de interior muy apreciada por su resistencia y facilidad de cuidado. Robusto, fácil de multiplicar y poco exigente, seduce tanto a principiantes como a amantes de la vegetación. Pero por resistente que sea, el Clorofito no está exento de algunos inconvenientes.
Parásitos invasivos, enfermedades relacionadas con la humedad, puntas marrones antiestéticas u hojas que se enrollan: tantas señales que hay que saber detectar para mantener una planta en plena salud. Este artículo te ofrece un panorama de los problemas más frecuentes en el Clorofito, con consejos sencillos, naturales y eficaces para solucionarlos.
Los parásitos comunes del Clorofito
Cochinillas
Las cochinillas están entre los parásitos más frecuentes en las plantas de interior, incluyendo el Clorofito. Se presentan como pequeños grupos algodonosos blancos, principalmente en la base de las hojas o en los pliegues. Al alimentarse de la savia, debilitan la planta, ralentizan su crecimiento, provocan el amarilleamiento de las hojas e incluso pueden favorecer la aparición de fumagina debido a la melaza que segregan.
Soluciones:
- Aísla la planta para evitar la propagación.
- Aplica alcohol al 70° con un hisopo sobre las cochinillas.
- Rocía una solución a base de jabón negro mezclado con 1 cuchara de café de aceite de colza y el mismo alcohol.
- Repite el tratamiento varias veces para eliminar las etapas jóvenes y los huevos.
→ Para saber más, lee nuestra ficha-consejo sobre los tratamientos para eliminar las cochinillas.
Pulgones
Menos frecuentes, pero posibles, los pulgones también pueden colonizar un Clorofito, especialmente si ha pasado tiempo al aire libre en la temporada cálida. Estos pequeños insectos verdes, negros o amarillos se agrupan en las hojas jóvenes. Al succionar la savia, provocan deformaciones en las hojas, un debilitamiento general de la planta y pueden transmitir virus vegetales.
Soluciones:
- Ducha la planta en el baño para eliminar la mayoría de los pulgones.
- Rocía una mezcla de agua y jabón negro.
- Introduce mariquitas si la planta está en una veranda.
- En caso de infestación avanzada, aplica un insecticida biológico a base de piretrina.
→ Lee nuestro artículo sobre los pulgones en interior para nuestros consejos de tratamiento y prevención.
Ácaros (arañas rojas)
Los ácaros, especialmente los tetraníquidos, aparecen a menudo con aire seco y calor, condiciones comunes en interiores con calefacción. Son diminutos, pero dejan pistas: hojas con pequeños puntos amarillos, aspecto polvoriento o apagado del follaje, y a veces finas telarañas en la base de las hojas. Debilitan progresivamente la planta al dañar el follaje.
Soluciones:
- Ducha la planta cuidadosamente.
- Aplica una solución a base de jabón negro y aceite esencial de romero.
- Aumenta la humedad ambiental (pulverización, humidificador).
- Limpia regularmente el follaje con un paño húmedo.
- Introduce auxiliares como Phytoseiulus persimilis, un ácaro depredador de arañas rojas en caso de infestación.
→ Lee nuestro artículo detallado sobre las arañas rojas, para saber más sobre los tratamientos.

Las cochinillas forman pequeños grupos blancos
Ver también
Clorofito - Planta araña: plantar y cultivarLas enfermedades fúngicas del Clorofito
Podredumbre blanda
La podredumbre blanda es una enfermedad bacteriana o fúngica que puede afectar el follaje y los tejidos del collar del Clorofito. Se manifiesta por el ablandamiento de los tejidos que se vuelven translúcidos, blandos al tacto, a veces parduzcos o grisáceos, y a menudo malolientes.
La podredumbre blanda es un término general que designa la descomposición rápida y húmeda de los tejidos vegetales, a menudo causada por hongos o bacterias. El Botrytis cinerea, también conocido como podredumbre gris, es uno de los agentes patógenos fúngicos responsables de este tipo de podredumbre. Sin embargo, otros microorganismos, como las bacterias de los géneros Erwinia y Pectobacterium, también pueden provocar podredumbres blandas.
Esto puede aparecer después de una herida, un exceso de humedad o un riego demasiado frecuente sin drenaje suficiente.
Es una enfermedad bastante agresiva: las partes afectadas se descomponen rápidamente, favoreciendo la propagación si no se actúa con rapidez.
Soluciones:
- Elimina inmediatamente las partes afectadas con tijeras desinfectadas.
- Reduce los riegos y deja secar el sustrato entre dos riegos.
- Mejora la ventilación alrededor de la planta.
- Trasplanta a un sustrato sano si la base de la planta está afectada, incluso en una maceta de barro que permita que el sustrato se seque más rápido.
→ Lee nuestra ficha-consejo sobre el botrytis para obtener más consejos.
Podredumbre de raíces
Menos visible al principio, la podredumbre de raíces suele estar causada por un riego demasiado frecuente o un mal drenaje de la maceta. Los hongos del suelo como Pythium o Phytophthora se instalan entonces en las raíces y provocan su descomposición: se vuelven negras, blandas, a veces viscosas. La planta empieza a amarillear, sus hojas se marchitan y deja de crecer.
Es un problema frecuente en plantas cultivadas en un sustrato demasiado compacto o en macetas sin agujero de drenaje.
Soluciones:
- Saca la planta con cuidado de la maceta para observar el estado de las raíces.
- Corta todas las partes ennegrecidas con una herramienta limpia.
- Trasplanta en un sustrato de calidad ligero y bien drenante.
- Riega con moderación, dejando que el sustrato se seque ligeramente entre dos aportes de agua.
- Como prevención, desinfecta la maceta antes del trasplante y evita los platillos para maceta llenos de agua estancada.

Las macetas de barro permiten una mejor evaporación del agua de riego para evitar sustratos encharcados
Problemas fisiológicos comunes
Puntas de las hojas marrones
¡Es el problema número uno del Clorofito! Las puntas de las hojas que se vuelven marrones y se secan suelen estar relacionadas con agua demasiado calcárea, aire demasiado seco o acumulación de sales minerales en el sustrato (debido al agua del grifo). Rara vez es grave, pero afecta la estética y puede indicar la necesidad de ajustar los cuidados.
Soluciones:
- Si es posible, riega con agua filtrada o agua de lluvia. La acumulación de sales minerales presentes en el agua del grifo es la causa más probable de estas puntas marrones.
- Pasa la planta por el cabezal de la ducha cada 2 meses para enjuagar el sustrato y eliminar las sales. Esto se conoce como lixiviar el sustrato.
- Rocía el follaje con agua no calcárea o coloca un humidificador cerca. El Clorofito no es exigente con la humedad ambiental pero aprecia rociados ocasionales.
- Si lo deseas, puedes cortar las puntas secas limpiamente sin dañar el tejido sano.
Amarillamiento del follaje
Cuando las hojas del Clorofito se vuelven amarillas, no siempre es por una enfermedad o un parásito: a menudo es señal de un desequilibrio ambiental o nutricional. Un riego demasiado frecuente, falta de luz, deficiencia de nitrógeno o incluso un sustrato agotado pueden causar el amarillamiento de las hojas. Las más viejas suelen ser las primeras afectadas, lo que puede ser natural, pero si se extiende a toda la planta, es una señal de alarma.
Soluciones:
- Verifica el riego: deja que el sustrato se seque en la superficie antes de volver a regar.
- Si la maceta es de plástico, la superficie puede estar seca mientras el fondo está encharcado. Asegúrate de que el sustrato esté solo fresco o ligeramente húmedo.
- Cambia la planta de lugar si le falta luz; aunque el Clorofito tolera una luminosidad media, por lo que es poco probable que la falta de luz sea la causa.
- Aplica un fertilizante equilibrado una vez al mes en primavera y verano.
- Trasplanta cada 1 o 2 años para renovar el sustrato.
Crecimiento lento o follaje apagado
Una planta que no crece o cuyas hojas pierden brillo puede estar faltándole luz, nutrientes o sufrir por un sustrato demasiado compacto. Este tipo de fatiga vegetal es común después de varios años sin trasplante o si la planta está demasiado lejos de una fuente de luz.
Soluciones:
- Cambia la ubicación de tu planta para darle más luz.
- Aplica un fertilizante adecuado para plantas verdes.
- Trasplanta tu Clorofito en un sustrato de calidad, ligero y aireado, si lleva más de 2 años en la misma maceta.
Enrollamiento de las hojas
Si las hojas se enrollan sobre sí mismas, suele ser señal de estrés hídrico o térmico. O la planta tiene sed, o está sufriendo exceso de calor (radiador, ventana expuesta al sol).
Soluciones:
- Verifica la humedad del sustrato y ajusta los riegos aumentándolos un poco respecto a tus hábitos.
- Aleja la planta de fuentes de calor directo, como radiadores o ventanas orientadas al sur.
- Asegúrate de que la planta no esté expuesta a corrientes de aire.

Las puntas secas y marrones son la alteración más frecuente en las hojas del Clorofito
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