Prunus eminens Umbraculifera

El Prunus (x) eminens Umbraculifera, también conocido como Prunus fruticosa Globosa, es un pequeño árbol ornamental original y refinado, que luce una corona densa y globosa orgullosamente plantada sobre un tronco rectilíneo. Este cerezo ornamental ofrece, temprano en la primavera, una floración blanca llena de delicadeza y de hermosos colores otoñales. Compacto, muy 'estilizado', es ideal para jardines pequeños y causa sensación en un entorno estructurado, en un jardín flamenco o al estilo francés. Además, es uno de los pocos árboles en forma de 'bola' que ofrecen una bonita floración.

El Prunus (x) eminens Umbraculifera es un híbrido obtenido hortícolamente, que proviene del cruce entre el Prunus cerasus, el guindo, y el Prunus fruticosa, conocido como ciruelo enano o también cerezo de estepa. Este híbrido, de porte particularmente tupido y compacto, ha sido injertado en un tronco que proviene mayoritariamente del cerezo silvestre. La altura del punto de injerto determinará con mayor precisión la altura total de la planta, así como sus requerimientos de cultivo. Todos estos Prunus pertenecen a la familia de las rosáceas.

El crecimiento de este pequeño árbol es bastante lento, alcanzará en promedio 4.50m de altura por 3.50m de envergadura para la corona. Sus ramas son delgadas, de color marrón rojizo. La corteza del tronco, por su parte, es de color rojo a marrón rojizo y se desprende en tiras, correspondiendo a la del cerezo silvestre portainjerto. El follaje, caduco, aparece después de la floración y cae en otoño. Está compuesto por hojas pequeñas simples, finamente dentadas en el borde, que miden de 3 a 5 cm de largo. Son de color verde oscuro, más claro en el envés, y cambian a tonos amarillos, naranjas y rojos en otoño. La floración tiene lugar en marzo-abril en las ramas desnudas, presentando numerosas flores simples de color blanco, reunidas en pequeños racimos de 1,5 cm de diámetro. Esta floración melífera es muy visitada por las abejas. En verano, da paso a escasas cerezas negras de alrededor de 1 cm de diámetro, de sabor ácido y apreciadas por los pájaros.

Este cerezo Globosa puede ser utilizado en alineaciones a lo largo de un gran paseo, o aislado en un pequeño jardín. Resistente al frío, prefiere suelos profundos y frescos, y exposiciones ligeramente soleadas. Se planta idealmente de forma aislada en un pequeño jardín urbano, en el centro de un macizo cuidado compuesto, por ejemplo, de rosales cubresuelos, bojes, evónimos japoneses tapizantes o Lonicera nitida. Los amantes de las sombrillas vegetales también plantarán, o como alternativa, el Catalpa 'Nana', o el Robinia pseudoacacia 'Umbraculifera', más adecuado para suelos secos.