Thalictrum delavayi Album

El Thalictrum delavayi 'Album' es una maravillosa vivácea con una floración blanca y etérea, que triunfa en las zonas sombreadas del jardín y en suelo fresco. Su éxito está bien merecido, tanto por su follaje azulado similar al de una ancolia como por su floración de verano de una rara ligereza. Se trata de una variedad de bella estatura, llena de encanto y poesía, pero también de una planta resistente y sólida, fácil de cultivar en un suelo húmico, a la sombra ligera o incluso a la sombra.

El Thalictrum delavayi, conocido también como Thalictrum dipterocarpum, a veces llamado Talictro de Delavay, es una planta rizomatosa, originaria del Himalaya asiático, desde el este del Tíbet hasta el oeste de China, perteneciente a la familia de las ranunculáceas. Se encuentra, en estado natural, en altitud, en bosques, matorrales y laderas herbosas. Esta variedad de Talictro 'Album' es una hermosa forma con flores blancas de la especie tipo. Se trata de una vivácea herbácea, de porte erecto y erguido, formando una mata tupida, de donde surgen tallos flexibles, alcanzando una altura de aproximadamente 1,50 m (en promedio), con una anchura de 50 a 60 cm. Su follaje caduco, verde glauco por encima, azulado por debajo, finamente dividido y muy ligero, parecido al de una ancolia, está compuesto de hojas de 15 a 35 cm de largo, pinnadas o ternadas, con folíolos enteros o trilobados. En julio-agosto, aparecen grandes panículas piramidales laxas, terminales y axilares, bien ramificadas, formadas por pequeñas flores en forma de estrellas, inclinadas, con cuatro sépalos blancos puros, realzadas por estambres prominentes, de un amarillo con toques verdes. Al no gustarle la competencia radicular cercana, se respetará una distancia de plantación de 40 cm alrededor de su base. Los Talictros, bastante lentos en establecerse, serán cada vez más hermosos con el tiempo.

Este Talictro o Thalictrum delavayi 'Album' cumple la misma función ornamental que los Gypsophiles paniculados, pero a diferencia de ellos, elige las zonas frescas y sombreadas del jardín. Por su desarrollo, su follaje de ancolia azulado, delicado y elegante, así como su aspecto etéreo, será perfecto para aportar altura y ligereza a los macizos. A pesar de su tamaño, su silueta transparente permite instalarlo incluso en la parte delantera de los macizos para crear un efecto sorpresa. Lucirá espléndidamente en contraste con viváceas menos ligeras (Rodgersia, Hosta), así como en el borde de macizos de arbustos. Por tanto, encontrará su lugar de forma natural junto a grandes helechos, Hydrangeas, Rosales arbustivos o trepadores, Fuchsias, Anémonas de Japón, Aconitos, Astilbes, Campanillas, Arraclán, Symphoricarpos, Helléboros, Digitales, Gramíneas, Geranios viváceos, Saúco, Bambú sagrado...