Rodgersia sambucifolia

El Rodgersia sambucifolia, a veces apodado Rodgersia de hojas de saúco, es una elegante vivácea de clima fresco y húmedo. Forma una mata sólida y arbustiva que seduce a primera vista por su magnífico follaje. Sus grandes hojas vellosas y recortadas evocan efectivamente las de los saúcos; son de un verde esmeralda intenso, a veces teñidas de bronce. Su floración de verano aérea, en panículas blanco-crema a rosado, recuerda a los penachos de las astilbes. Esta gran vivácea prospera en sotobosques húmedos donde se extiende mediante un potente rizoma. Debes cultivarla protegida del viento y del sol intenso, en suelo fresco y fértil, poco calcáreo a ácido.

El Rodgersia sambucifolia es una gran planta perenne rizomatosa, de porte arquitectónico y arbustivo, originaria de los bosques y prados húmedos del suroeste de China, principalmente en el centro de las provincias chinas de Yunnan y Sichuan. De su rizoma carnoso nace una mata de grandes hojas pinnadas, que pueden alcanzar de 70 cm a 1 m de altura y similar en anchura. Las matas se extienden lentamente hasta formar tocones de más de 1 m² con el tiempo. El follaje de esta vivácea se distingue por su aspecto que recuerda mucho al de los saúcos. Las hojas, vellosas y suaves al tacto, son bastante alargadas, pueden alcanzar los 75 cm de longitud. Están divididas en 7 a 11 folíolos oblongos a lanceolados, con bordes dentados, profundamente acanalados, opuestos de dos en dos, con un folíolo terminal. Florece a principios del verano, lanzando sus grandes panículas densas con tallos muy oscuros, de 30 a 70 cm, adornadas con pequeñas flores estrelladas primero rosadas y luego blanco-crema.

El Rodgersia sambucifolia es una planta de sombra y frescura, ideal cerca de puntos de agua, en compañía de helechos, gramíneas y astilbes o en bordes de sotobosques húmedos con los grandes helechos, los Boehmeria, los Syneilesis, las tiarella y las heucheras. Acepta condiciones un poco más secas, siempre que se plante a la sombra. Plántala en grupo, para cobrir el suelo al borde de un sendero sombreado, o aislada, realzada por un tapiz de sagine dorada y las flores azules de las hepáticas.