Campanula garganica

La Campanula garganica, también llamada Campanilla estrellada, es una pequeña vivácea de tallos rastreros que luce maravillosamente entre las piedras de un muro, entre losas o en rocalla. Sus campanillas abiertas en forma de estrellas azul malva claro se elevan desde un tapiz de hojas pequeñas verde claro en una floración de verano prolongada. Esta pequeña vivácea en cojín, aún poco común en nuestros jardines, tiene el encanto y la robustez de las plantas silvestres.

La campanilla estrellada pertenece a la familia de las Campanulaceae. Es originaria de las montañas del sur de Italia y Grecia, pero su área de distribución se extiende hasta Francia. Es una planta vivácea semiperenne a persistente, de porte compacto y tapisante. Forma un cojín de 15 cm de altura por 20 cm de ancho. La floración ocurre en junio-julio, cubriendo completamente el follaje con innumerables pequeñas estrellas azul lavanda claro de 1 a 2 cm de diámetro, muy luminosas. El follaje, verde claro, con hojas dentadas, se compone de hojas basales ovaladas, reniformes, dentadas de 2,5 a 3,5 cm de largo; las hojas superiores son cordiformes y dentadas.

La Campanula garganica prospera en un suelo ligero, fresco y bien drenado, a exposición muy soleada o de media sombra. Plántala en tierra ligera, arenosa, humífera, que permanezca fresca en verano, neutra a ligeramente ácida. Plántala temprano en otoño (septiembre) para que pueda enraizar antes del invierno, o temprano en primavera (febrero-marzo). Riega regularmente el primer verano y asegúrate de eliminar las malas hierbas con frecuencia durante el primer año. Esta planta se adapta muy bien a diversos recipientes, en una mezcla de compost de hojas, arena y tierra franca mantenida ligeramente húmeda. Esta pequeña planta no requiere más cuidados.

La campanilla estrellada encontrará su lugar naturalmente en rocallas frescas, entre las piedras de muros o muretes, los intersticios de pavimentos cuya base esté drenada por arena o grava. Su vegetación es rastrera, pero no invasora, lo que la convierte en una planta no agresiva para la rocalla. También luce muy bien instalada en jardineras, macetas y cestas colgantes, desde donde su floración caerá en pequeñas cortinas. Puedes asociarla con Phlox douglasii o subulata, saxífragas para media sombra, aubrietas o artemisas blancas enanas (Artemisia lanata).