Rosal Gruss An Aachen

El Rosal 'Gruss An Aachen' es una antigua variedad que en su momento fue dejada de lado, a pesar de su resistencia y su floración remontante, y que sigue siendo de excelente calidad a pesar de los caprichos del clima. Este adorable arbustito sorprende por el tamaño de sus grandes rosas dobles y planas, cuyo color blanco-crema se matiza de rosa carne en el centro. Capaz de florecer hasta 3 veces durante la temporada, se cubre de ramilletes nacarados hasta el otoño. Su follaje verde medio y semiperenne es muy saludable. Un rosal muy resistente y tierno, que merece volver a destacarse en bordes de césped o incluso en macetas.

El Rosa (x) Polyantha 'Gruss An Aachen' es un pequeño rosal muy florífero creado en 1909 por un obtentor llamado Geduldig, premiado en 2002 en el Congreso Mundial de Sociedades de Rosas, como "La más bella rosa antigua". Caracterizado por una vegetación muy compacta, un porte más bien extendido y flores de gran tamaño, no superará 1 m en todas direcciones. Conviene plantarlo en suelo fértil y darle tiempo para que se fije bien. Luego produce una profusión de rosas muy dobles, de 10 a 15 cm de ancho, aplanadas y muy abiertas. Al principio de color rosa salmón, las corolas se despliegan aclarándose en un tono crema, manteniendo en el centro un matiz rosa carne. Su fragancia es ligera y agradable. Reunidas en racimos generosos, florecen sobre un follaje verde bastante oscuro y brillante, resistente a enfermedades. La floración se extiende desde el verano hasta las heladas, en oleadas sucesivas. Dan lugar a pequeños frutos llamados escaramujos.

La pasión por las rosas antiguas está muy extendida y ampliamente justificada: estos rosales no solo son los antepasados de nuestras rosas modernas, sino que siguen siendo las glorias de nuestros jardines. Rosa 'Gruss An Aachen' es un rosal generoso y de tonos pastel, ideal en un macizo romántico. Se le dará un lugar destacado cerca de la casa, en macetas o en terreno abierto, junto a un paso. En macizos de arbustos o viváceas grandes, lucirá acompañado de flores blancas o azules y ligeras que son buenas compañeras para los rosales: Gypsophila paniculada, valeriana, flox paniculada, nepeta, campanilla, lirio azul, hinojo, caryopteris, gaura e incluso lavandas. Una combinación con cornejos abigarrados será muy inspiradora.