Sembrar tus propias semillas o las compradas en tiendas te permite iniciarte en una de las alegrías más simples y esenciales de la jardinería. Cuando eres principiante, no siempre te atreves a embarcarte en esta hermosa aventura, un poco intimidado por los gestos y la técnica que hay que dominar.
Para tener éxito en tus siembras, es importante respetar varios puntos para maximizar las posibilidades, de ver surgir los pequeños retoños que se convertirán en las flores del jardín o los vegetales de tu huerto. ¡Aquí están los siete pasos a seguir para lograrlo a la primera!
¿Por qué hacer tus propias siembras?
Hacer tus propias siembras no solo es una actividad económica ya que la compra de semillas es mucho más barata que la compra de plantas (un paquete de varias semillas equivale a una sola planta en un vivero o tienda de jardinería), e incluso gratuita si recolectas tus propias semillas, sino que además es gratificante. Ver crecer una planta desde su semilla hasta su desarrollo es ante todo una verdadera experiencia de jardinero. ¡Algunos incluso dicen que no eres jardinero hasta que no has sembrado!
¿Cuándo sembrar?
Todo depende de lo que siembres y si lo haces en un jardín ornamental o en un huerto, y en exterior o en interior.
La mayoría de las semillas se siembran en primavera, ya que se benefician del aumento de las temperaturas y de lluvias regulares. Tomamos como referencia fenológica con:
- la floración de los manzanos que marca el inicio para las siembras de vegetales y flores resistentes al frío (abril),
- la floración de los lilas para las semillas que prefieren el calor (flores anuales) cuando los lilas florecen (abril-mayo)
Pero en interior, puedes anticiparte y sembrar desde el mes de febrero. Es solo en interior donde se practicará la siembra de vegetales delicados: tomates, pimientos y berenjenas. Confía en un calendario de siembras y en las fechas mencionadas en los paquetes de semillas.
Los diferentes tipos de siembra
Cuando empiezas con la siembra, a veces te pierdes un poco entre las diferentes técnicas. Se habla de siembras en terreno abierto (con las siembras en línea, las siembras al voleo o las siembras en hoyo y las siembras en cinta de semillas), pero también de siembras bajo cubierta (siembras en semillero, una especie de cajón grande) o de siembras en macetas en interior.
Aquí abordamos este último, la siembra bajo cubierta, porque es la más sencilla para un principiante. La siembra en interior en maceta es de hecho con la que se suele empezar, ya que no está sujeta a los imprevistos climáticos del exterior. La germinación está normalmente asegurada con los cuidados adecuados y la profundidad correcta, fácil de dominar.
¿Qué material utilizar para hacer tus siembras?
Para las siembras en interior:
- Semilleros o macetas individuales (en turba/biodegradables, macetas de plástico o recicladas) : sirven para las semillas más grandes. También puedes crear tus recipientes con periódico, cajas de huevos o rollos de papel higiénico.
- Una bandeja de siembra con alveolos o un semillero para la siembra de las semillas más finas. Un mini invernadero no es indispensable para empezar, pero lo será si te aficionas e intentas siembras más "delicadas". Piensa en utilizar bandejas de plástico o poliestireno de alimentos, limpias... ¡y gratuitas!
- Tierra especial para sembrar, o una mezcla de tierra normal y arena (de río o cantera) + un tamiz para refinar la tierra.
- Un pulverizador
- Un palito o lápiz
- Etiquetas
Nota: Para las siembras en el huerto o directamente en un macizo en el exterior, necesitarás una sembradora si siembras en línea en terreno abierto, una regadera con alcachofa, un cordel para el huerto. Lee también: Siembra en terreno abierto, herramientas, accesorios útiles y prácticos y ¿Cómo hacer tus siembras con la ayuda de un prensa-terrones? ;
¿Cómo hacer tus siembras en 7 pasos fáciles?
- Preparar la mezcla de tierra y las macetas o el semillero : compra directamente tierra para siembra en tienda (está lista para usar, es práctico para principiantes), de lo contrario mezcla 2 volúmenes de buena tierra del jardín (la de las tocones ¡es excelente!) por 1 volumen de arena gruesa y tamízalo todo con un tamiz medio.
2. Llenar el recipiente elegido con tierra, hasta el borde. En el semillero, traza pequeños surcos con la punta de un palito.
3. Sembrar las semillas de 2 en 2 o de 3 en 3 en cada maceta o alveolo, en triángulo, espaciadas 3 cm, o en línea en el semillero, espaciadas 4-5 cm.
4. Sembrar a la profundidad correcta : siempre está indicada en el paquete de semillas. Se considera la profundidad igual a 2 o 3 veces su diámetro (¡es decir, apenas enterradas!). Compacta ligeramente con la mano.
5. Cubrir con una tapa o film transparente (proporcionado con los mini invernaderos, lo cual es muy práctico cuando empiezas) para crear una atmósfera más cálida y que conserve la humedad. Esto facilita la germinación de las semillas.
6. Exponer a la luz : coloca tus pequeñas macetas o bandejas de siembra en un lugar muy luminoso, a temperatura ambiente, y etiquétalas si haces varias.
7. Regar : riega con el pulverizador para las semillas finas, con la pequeña regadera para las semillas más grandes. ¡El seguimiento y la cantidad de riego es primordial! La tierra debe estar húmeda, pero no encharcada. Para más detalles, consulta nuestro artículo Conseguir el riego de las siembras: guía para principiantes.
¿Y después? Una vez que las plantas tienen unos centímetros y han desarrollado las primeras hojas, solo tendrás que aclarar, es decir, seleccionar las plantas más bonitas eliminando las más débiles. Luego trasplantar en una maceta tus siembras realizadas en semillero, para fortalecer el sistema rad
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