
Drosera, Dionaea, Sarracenia… las grandes familias de plantas carnívoras
Conocer mejor esta fascinante familia
Contenido
Extrañas, fascinantes, a veces un poco inquietantes… Las plantas carnívoras no dejan indiferente a nadie. Intrigan tanto por su apariencia como por su modo de vida, a medio camino entre lo vegetal y la trampa viviente. A diferencia de la mayoría de las plantas, no se conforman con extraer sus nutrientes del suelo: los buscan en otro lugar… en los insectos.
Para sobrevivir, algunas han desarrollado técnicas de caza terriblemente eficaces. ¡Pero no todas capturan a sus presas de la misma manera!
En este artículo, explora las grandes familias de plantas carnívoras como las Dionaea, Drosera, Sarracenia, y algunas otras más discretas, para entender cómo funcionan, dónde viven y cómo cultivarlas en casa. ¿Listo/a para un viaje al corazón del mundo vegetal carnívoro?
¿Por qué algunas plantas se han vuelto carnívoras?
Una planta carnívora no ha elegido el camino más fácil: en lugar de limitarse a extraer nutrientes del suelo, ha desarrollado estrategias sorprendentes para atraer, capturar y luego digerir pequeñas presas, generalmente insectos. Pero ¿por qué una adaptación tan peculiar?
La respuesta se encuentra en los medios donde estas plantas han evolucionado: turberas ácidas, suelos pantanosos, zonas muy pobres en nutrientes. En estos entornos extremos, las raíces no encuentran suficiente nitrógeno o fósforo, dos nutrientes esenciales para el crecimiento. Ante esta carencia, algunas especies han sorteado el problema recurriendo a otra fuente: el mundo animal.
Esta evolución ha dado lugar a una increíble diversidad de mecanismos de captura. Según las familias, se distinguen principalmente tres tipos de trampas:
-
las trampas activas, como las de la Dionaea, que se cierran rápidamente sobre su presa;
-
las trampas pegajosas, como en los Drosera, cuyas hojas están cubiertas de mucílago viscoso;
-
las trampas pasivas, como los cántaros de los Sarracenia, que capturan por simple caída.
Esta fascinante adaptación demuestra lo ingeniosas que pueden ser las plantas cuando se trata de sobrevivir.
Ver también
¿Qué comen realmente las plantas carnívoras?Planta carnivora Dionaea – La icónica atrapamoscas
Cuando pensamos en una planta carnívora, a menudo nos viene a la mente Dionaea muscipula, la famosa «atrapamoscas». Originaria de las zonas húmedas de Carolina del Norte y del Sur en Estados Unidos, esta planta se ha convertido en una auténtica estrella, tanto por su apariencia única como por su espectacular mecanismo de captura.
Una trampa digna de una película de ciencia ficción
La Dionaea tiene hojas modificadas en forma de mandíbulas bordeadas de cilios. En su interior, pequeños pelos sensitivos activan el cierre de la trampa cuando son tocados dos veces, o por dos pelos diferentes, en menos de 20 segundos. Este ingenioso sistema evita cierres innecesarios debido a la lluvia o desechos.
Una vez capturada la presa (a menudo una mosca o una pequeña araña), la planta cierra herméticamente su trampa y comienza la digestión gracias a enzimas. Esta fase dura varios días, tras lo cual la trampa se reabre. Los restos no digeribles, como trozos de caparazón o alas, permanecen visibles en el interior, hasta que la lluvia o el viento los arrastran… o la trampa acaba descomponiéndose.
Una planta que requiere ciertos cuidados
La Atrapamoscas es espectacular, pero un poco exigente en su cultivo. Necesita:
-
un sustrato muy pobre, como turba rubia + arena o perlita, sin fertilizantes;
-
agua muy pura, como agua de lluvia o agua osmotizada;
-
máxima luz directa, al menos 5-6 horas al día;
-
y un periodo de reposo invernal, con temperaturas más frescas y menos luz.
Con estas condiciones reunidas, puede vivir varios años, producir nuevas trampas e incluso florecer en primavera.

Dionaea o atrapamoscas
Planta carnivora Drosera – Los tentáculos pegajosos
Si la Dionaea llama la atención por sus mandíbulas rápidas, los Drosera impresionan por su delicadeza… ¡y su eficacia! Estas plantas forman uno de los géneros de plantas carnívoras más extensos, con cerca de 200 especies distribuidas por todo el mundo, desde Canadá hasta Australia.
Hojas cubiertas de perlas mortales
Los Drosera se reconocen por sus hojas cubiertas de pelos glandulares que segregan un líquido viscoso brillante como el rocío. Estas gotitas atraen a los insectos, que pronto quedan atrapados al intentar liberarse. Cuanto más se mueven, más se enredan.
Algunas especies, como Drosera capensis, incluso pliegan sus tentáculos para atrapar mejor a la presa. Una vez inmovilizada, la planta libera enzimas digestivas para extraer los nutrientes.
Una gran variedad de formas y entornos
Los Drosera pueden ser:
- en roseta a ras de suelo (como Drosera rotundifolia, típica de las turberas europeas),
- erguidos sobre un tallo (como Drosera capensis, muy popular entre los aficionados),
- o incluso trepadores (como algunas sorprendentes especies australianas).
Cada especie tiene sus necesidades específicas, pero en general, les gusta:
- un sustrato ácido y pobre (turba + perlita),
- una buena humedad ambiental,
- y mucha luz sin sol directo abrasador.
Son un excelente punto de partida para principiantes, ya que algunas especies son muy tolerantes y prolíficas.

Los Droseras, bastante sencillos para empezar con el cultivo de plantas carnívoras
Planta carnivora Sarracenia – Las elegantes trompetas
Con sus largos cálices colorados erguidos hacia el cielo, las Sarracenia no pasan desapercibidas. Originarias de América del Norte, estas plantas carnívoras destacan por su elegancia… pero también por su temible eficacia.
Trampas pasivas, pero implacables
Las hojas de las Sarracenia se transforman en tubos profundos, a menudo estriados de rojo y bordeados de néctar para atraer a los insectos. El borde superior (o «opérculo») impide que la lluvia llene el cáliz, al mismo tiempo que guía a la presa hacia la entrada.
Una vez dentro, el insecto resbala sobre una superficie cerosa, cae al fondo y no puede volver a subir debido a los pelos orientados hacia abajo. Es entonces digerido lentamente por enzimas o por bacterias naturales presentes en el agua del cáliz.
Una gran diversidad de formas y colores
Existen varias especies de Sarracenia, como:
- Sarracenia purpurea, con cálices bajos y rechonchos, a menudo llenos de agua de lluvia;
- Sarracenia flava, alta y amarilla, capaz de superar los 80 cm;
- o Sarracenia leucophylla, espectacular con sus motivos blancos veteados de rojo.
Todas comparten su amor por el sol (6 a 8 horas al día) y un sustrato muy pobre, siempre bien húmedo.
Fácil de cultivar en exterior
Las Sarracenia se adaptan especialmente bien en macetas en el exterior, en un balcón o terraza. Resisten bien al frío (hasta -10 °C para algunas especies) y aprecian un verdadero periodo de latencia invernal, esencial para su salud.
Con un buen riego con agua de lluvia y un poco de alegría de la casa, pronto se convierten en las estrellas del jardín.

Las Sarracenias, y su largo tubo
Otras familias de plantas carnívoras por descubrir
Si bien conocidas son Dionaea, Drosera y Sarracenia, el universo de las plantas carnívoras es mucho más amplio. Algunas familias menos famosas también albergan maravillas botánicas, ¡a veces incluso más sorprendentes!
Nepenthes – Las trampas colgantes de los trópicos
Apodadas «plantas de jarras», las Nepenthes provienen principalmente del sudeste asiático y crecen en medios tropicales. Producen tallos largos y trampas en forma de ánforas colgantes, ¡a veces tan grandes como una botella!
-
Cada jarra está llena de un líquido digestivo.
-
El insecto resbala por el borde liso y cae en la trampa.
-
¡Algunas especies incluso atrapan pequeños vertebrados!
Suelen cultivarse en invernaderos cálidos o terrarios, ya que requieren calor, humedad constante y buena circulación de aire.
Cephalotus – La pequeña trampa de Australia
Originario del suroeste de Australia, el Cephalotus follicularis parece un cruce entre una Sarracenia en miniatura y una planta suculenta. Sus pequeñas jarras rechonchas son a la vez adorables y eficaces.
Es una planta más exigente que prefiere:
-
un clima templado y estable,
-
un sustrato bien drenante,
-
y poco riego en invierno.
Heliamphora – Las atrapanieblas venezolanas
Las Heliamphora, o «plantas-pantano del sol», viven en los Tepuy — Wikipédia(altiplanos brumosos) de Venezuela y Guyana. Se parecen a las Sarracenia pero con jarras más delgadas, a menudo abiertas y sin opérculo.
Requieren:
-
alta humedad constante,
-
temperaturas frescas por la noche,
-
y mucha luz suave.
Son principalmente para aficionados avanzados, ¡pero su elegancia vale el esfuerzo!
Utricularia – Las trampas invisibles bajo el agua o la tierra
Menos conocidas pero igual de asombrosas, las Utricularia, o utricularias, forman el género más grande de plantas carnívoras, ¡con más de 200 especies! Se distinguen por sus diminutas trampas en forma de vejiga, llamadas utrículos, que literalmente absorben a sus presas (pequeños invertebrados acuáticos o del suelo) en una fracción de segundo.
-
Algunas viven bajo el agua, como Utricularia vulgaris, muy común en charcas.
-
Otras crecen en medio terrestre, a veces en musgo o turba.
-
Como plus, sus flores suelen ser finas y delicadas.
Son ideales para terrarios húmedos o charcas naturales.

Las jarras de las Nepenthes
- Suscribirse
- Contenido

Comentarios