Cultivo de cactus en interiores: luz, sustrato, riego... ¡todo lo que necesitas saber!

Cultivo de cactus en interiores: luz, sustrato, riego... ¡todo lo que necesitas saber!

Todo sobre el cuidado de los cactus, desde la plantación hasta el riego

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Modificado el martes, 3 de junio de 2025  por Pascale 7 min.

Perfectos en interiores donde encuentran la atmósfera seca y las temperaturas que les convienen, los cactus resultan muy decorativos. Aportan un toque exótico y original indiscutible a cualquier decoración, además de ofrecer una multitud de formas: columnar (Cereus), esférica (Mammilaria, Echinopsis…), en palas (Opuntia…). A este encanto se suma su facilidad de cultivo y mantenimiento. De hecho, si hay un grupo de plantas de interior poco exigente, son las cactáceas. Incluso podría pensarse que cuanto más se «olvidan», mejor se desarrollan. Aunque esto no es del todo cierto. Los cactus, estas plantas suculentas de desiertos y zonas áridas, que se distinguen por las aréolas de donde surgen espinas o aguijones más o menos afilados, necesitan algunos cuidados y un mantenimiento mínimo para disfrutar de su excepcional belleza e incluso verlos florecer.

Descubre nuestros consejos y trucos para cultivar tus cactus en interior, desde la plantación hasta el riego, pasando por la exposición y la temperatura.

Dificultad

¿Qué especies de cactus son las más adecuadas para interiores?

¡No todos los cactus están adaptados para vivir en interiores! Algunos, como el Opuntia, prefieren el exterior, donde disfrutan de una intensa luz solar y una buena circulación del aire. Algunos incluso resultan muy resistentes. Por otro lado, otras especies prosperan perfectamente en interiores gracias a su tamaño compacto y su capacidad para tolerar luz indirecta.

Entre las mejores opciones para un interior luminoso, se encuentra el Gymnocalycium, que se adapta bien al cultivo en maceta y aprecia la luz sin sol directo demasiado intenso. El Echinopsis, conocido por sus hermosas flores nocturnas, también es una excelente opción, aunque prefiere un poco más de sol. El Mammillaria, que forma pequeñas bolas cubiertas de espinas suaves, es ideal para principiantes ya que requiere poco mantenimiento. Por último, el Astrophytum, con su aspecto único y sus motivos estrellados, crece lentamente y soporta una iluminación moderada, lo que lo hace perfecto para interiores. Pero hay muchos más, como el Epiphyllum, o cactus zigzag, que tiene la particularidad de no tener espinas, o el sorprendente Cereus forbesii ‘Spiralis’.

cactáceas adaptadas al interior

El Gymnocalycium, el Mammillaria y el sorprendente Cereus forbesii ‘Spiralis’.

Al elegir tu cactus, piensa en su tamaño adulto: algunas especies se mantienen pequeñas, mientras que otras pueden volverse imponentes. Las necesidades de luz también son esenciales: una ubicación cerca de una ventana bien orientada será ideal. Por último, prioriza especies de crecimiento lento si tienes poco espacio.

¿Qué luz necesita un cactus?

Un cactus en interior necesita luz intensa para desarrollarse bien. Originarios de regiones áridas y soleadas, la mayoría de las especies requieren al menos seis horas de sol directo al día para mantener un crecimiento armonioso. Lo ideal es colocar tu cactus cerca de una ventana orientada al sur o suroeste, donde pueda disfrutar de una exposición máxima. Si tu interior carece de luz natural, el uso de iluminación artificial adecuada, como lámparas LED hortícolas, puede compensar la falta de sol al reproducir un espectro luminoso óptimo.

En verano, si tienes la posibilidad, no dudes en sacar tus cactus al exterior, en el jardín, en la terraza o el balcón. Puedes colocarlos al sol y aumentar el riego en caso de fuertes calores.

cuidado de cactus en interior

Los cactus deben disfrutar de una excelente luminosidad, tanto en verano como en invierno

En invierno, al ser la luminosidad más débil, es esencial acercarlos al máximo a la fuente de luz y asegurarse de que ningún obstáculo como una cortina filtre los rayos del sol. Idealmente, una veranda o un jardín de invierno son los espacios más adecuados para las cactáceas en invierno.

Sin embargo, ten cuidado con las quemaduras causadas por el sol cuando mueves bruscamente un cactus de un lugar sombreado a una exposición directa: es necesaria una aclimatación progresiva. En un entorno demasiado oscuro, la planta puede perder su forma compacta y su vigor, lo que la hace más sensible a enfermedades y parásitos.

¿Qué sustrato y maceta elegir para los cactus en interior?

La elección del sustrato y del contenedor también es esencial para garantizar un crecimiento perfecto a los cactus.

En términos de sustrato, hay que recordar una noción primordial: los cactus deben beneficiarse de un sustrato aireado, ligero, drenante, incluso una vez mojado, para evitar el encharcamiento y la pudrición de las raíces. Existen sustratos especialmente diseñados para las cactáceas y las plantas suculentas, pero también se puede preparar una mezcla arenosa y granulada a base de sustrato universal, tierra de jardín, arena gruesa y perlita, vermiculita o pozzolana, en partes iguales.

Por supuesto, para garantizar un drenaje óptimo, hay que colocar en el fondo de la maceta una capa de grava o piedras pequeñas.

Finalmente, la elección de la maceta no debe dejarse al azar. De hecho, las macetas de barro son perfectas para los cactus, ya que tienen paredes porosas que evacuan el exceso de agua. Evita las macetas de plástico, mucho menos bonitas y, sobre todo, menos eficaces, ya que retienen la humedad.

¿Cuál es el riego ideal para la buena salud de los cactus?

¡Este suele ser el principal obstáculo para los felices propietarios de cactus! La frecuencia del riego es un aspecto fundamental para la buena salud de los cactus cultivados en interior, ya que un exceso de agua puede dañar rápidamente, e incluso matar, tu planta. No olvides nunca que los cactus provienen de regiones áridas o desérticas, donde la lluvia es escasa. Por eso, sus hojas carnosas o sus tallos almacenan el agua que necesitan para enfrentar la sequía.

Según la estación, el riego deberá adaptarse. En primavera y verano, durante el periodo de crecimiento, hay que regar al menos una vez por semana, incluso dos en épocas de mucho calor. Eso sí, asegurándote de no dejar nunca agua residual en el platillo para maceta o el cubremacetas, ya que las raíces podrían pudrirse. Cuando llega el otoño, los riegos se reducirán gradualmente para preparar al cactus para su periodo de latencia invernal. En invierno, un riego al mes es más que suficiente, y en pequeña cantidad. Algunos incluso prescinden por completo del agua durante su periodo de reposo, especialmente si pasan el invierno en un lugar fresco.

riego de cactus en interior

Los riegos de los cactus son frecuentes en verano, más espaciados o incluso inexistentes en invierno

Prefiere regar por la mañana o al final del día, para evitar posibles quemaduras por el sol. Y utiliza preferiblemente agua no calcárea para evitar depósitos en las raíces. El agua de lluvia es ideal.

¿Qué temperaturas y humedad son adecuadas para crear un clima apropiado?

Los cactus son plantas adaptadas a climas áridos, pero en interiores, es esencial recrear condiciones cercanas a su hábitat natural para verlos prosperar.

Calor en verano, frescor en invierno

En periodo de crecimiento, es decir, en primavera y verano, los cactus aprecian temperaturas entre 20 y 30°C. Les encanta el calor y la luz, así que colócalos cerca de una ventana bien expuesta. El ambiente cálido de nuestros interiores les viene perfectamente.

Por el contrario, el invierno marca para muchas especies un periodo de reposo. Se recomienda entonces mantenerlos a una temperatura más fresca, entre 5 y 10°C, en una habitación luminosa y seca, para ofrecerles las mejores condiciones de cultivo y, de paso, favorecer una hermosa floración en primavera. Idealmente, una veranda o un jardín de invierno sin calefacción satisface las necesidades de los cactus.

mantenimiento de cactus

Las cactáceas necesitan cierto frescor en invierno

¡Cuidado con el exceso de humedad!

Los cactus toleran mal una humedad elevada. Un exceso de humedad en el aire o un riego demasiado frecuente puede favorecer la aparición de enfermedades fúngicas como la podredumbre de raíces o manchas negras en la epidermis. Es crucial asegurar una buena ventilación de la habitación y evitar el riego en época de frío. Así que recuerda ventilar, por tu bienestar, pero también por el de las plantas y cactus de interior. ¡Incluso en invierno!

Una vigilancia constante para evitar enfermedades y parásitos

Los cactus de interior, aunque adaptados a condiciones áridas, requieren una vigilancia regular para prevenir enfermedades y ataques de parásitos. En efecto, el más mínimo error de cultivo como un exceso de humedad, falta de ventilación o poca luz, afectan la salud de los cactus. Y muy pronto, aparecen parásitos o enfermedades. Una observación atenta permite actuar rápidamente y evitar daños a veces irreversibles.

Las cochinillas están entre las plagas más comunes. Estos pequeños insectos se esconden en los pliegues de los tallos y forman agrupaciones blancas algodonosas o placas parduzcas. Un examen minucioso, especialmente en las partes ocultas del cactus, permite detectarlas antes de que se multipliquen. Un tratamiento con alcohol diluido en agua y mezclado con jabón negro, aplicado con pincel o hisopo, puede ayudar a eliminarlas.

Las arañas rojas, casi invisibles, se detectan por el amarilleamiento de los tejidos y la presencia de finas telarañas. Proliferan en un ambiente demasiado seco, de ahí la importancia de ventilar el entorno en invierno y revisar regularmente el color y textura de los tallos.

Las enfermedades fúngicas, como la podredumbre de raíces o el Botrytis, suelen ser causadas por un riego excesivo o un sustrato inadecuado. Vigilar la humedad del suelo y las manchas sospechosas en los cactus ayuda a limitar estos riesgos. Espaciar los riegos y asegurar una buena ventilación reduce considerablemente las infecciones.

Para optimizar la prevención, se recomienda inspeccionar regularmente los cactus y alejar las plantas infestadas.

Lee también: Enfermedades y parásitos de los cactus de interior: ¿cómo tratarlos y prevenirlos?

Un trasplante poco frecuente pero necesario

Es cierto que los cactus no necesitan un trasplante tan frecuente como otras plantas de interior. Sin embargo, hay que trasplantarlos al comprarlos (los cactus se venden en macetas de plástico) y luego cada 3 o 4 años. ¡Una operación peligrosa debido a las espinas!

Primero, debes equiparte con guantes de jardinería gruesos, como los guantes especiales para rosales. En su defecto, un simple periódico también puede servir.

El trasplante se realiza durante el periodo de crecimiento, entre finales del invierno, hacia marzo, y principios del otoño. Elige una maceta ligeramente más grande, coloca una capa de grava en el fondo, rellena con sustrato adecuado y planta tu cactus.

cactus de interior trasplante

Trasplanta tu cactus al comprarlo, luego cada 3 o 4 años

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