Tejo Repandens - Taxus baccata

El Taxus baccata ‘Rependens’ es una variedad del Tejo con un porte bajo y rastrero, formando un cubresuelo perenne tan original como elegante. Este conífero enano de crecimiento lento luce un suave follaje de agujas muy oscuras y, en los ejemplares femeninos, se adorna con una bonita fructificación en arilos rojo intenso. Casi sin mantenimiento, resistente, adaptable a distintos suelos y climas, ofrece numerosas ventajas que han hecho que esta variedad sea galardonada por la Royal Horticultural Society en Inglaterra.

Muy presente en los jardines y parques más antiguos de Europa, los Taxus baccata nos contemplan a veces desde hace cientos de años. Su longevidad es realmente notable. La especie, ahora rara en la naturaleza, es originaria de Europa, Asia Menor y el norte de África. Algunos ejemplares que crecen en las gargantas del Verdon podrían tener más de mil años. También podrás admirar ejemplares impresionantes en jardines antiguos o en cementerios, cerca de iglesias. Las agujas, la corteza y los frutos son tóxicos para humanos y animales (excepto las aves, que consumen las bayas desechando las semillas). El cultivar 'Rependens' se distingue por su vegetación rastrera. El tejo es un conífero de la familia de las taxáceas, al igual que los cryptomerias y los metasequoias. De crecimiento lento, el Taxus baccata ‘Rependens’ alcanzará 50 a 60 cm de altura y 4 m de extensión. Su porte, inicialmente globular, se extiende con los años. Sus ramas, múltiples, largas y ramificadas, forman una red horizontal bastante densa. Cubierto de agujas aplanadas, verde oscuro y brillantes, con el revés marcado por dos bandas blancas, de extremo puntiagudo pero muy suaves al tacto, luce una capa persistente y regular. Aporta presencia durante todas las estaciones y suele ser la estructura del jardín. Es un árbol dioico: los ejemplares tienen flores masculinas o femeninas. Así, las bayas rojas aparecen tras una floración discreta solo en los ejemplares femeninos.

El Taxus baccata ‘Rependens’ encontrará su lugar en todo tipo de jardines, incluso los más modestos, desde el norte hasta el sur de nuestro país, y se adaptará a todos los estilos: estricto, extravagante, contemporáneo o poético. Y más aún porque este tejo no solo es muy resistente, sino que acepta bien todo tipo de suelos: ordinarios, ligeramente ácidos o calcáreos, frescos o secos. Puede ser un excelente cubresuelo, en taludes o incluso bajo bosque, solo o acompañado de arbustos rastreros igualmente frugales (Cotoneaster, chamaecyparis y enebros de pequeño desarrollo, Coprosma...). La poda no es indispensable o se limita a una intervención anual, y es capaz de rebrotar tras una poda severa, incluso en madera vieja. Indiferente a la exposición, puede incluso plantarse a la sombra. Si deseas mantenerlo cerca de las entradas, también se adapta al cultivo en maceta.