Pittosporum tenuifolium Golf ball

El Pittosporum tenuifolium 'Golf Ball' es una variedad reciente de pittosporum con hojas pequeñas, cuya apariencia recuerda mucho a la del boj. Su pequeño desarrollo y su porte particularmente compacto y redondeado lo hacen ideal para decorar terrazas y pequeños jardines. Este arbusto de hoja perenne muestra un follaje coriáceo y brillante, de color verde oliva, atractivo durante todo el año. En las noches de verano, sus pequeñas flores rojo oscuro desprenden un dulce aroma a miel. Esta planta, resistente hasta -10°C, tolera bien la poda. Se adapta a situaciones soleadas, en suelo drenado, incluso seco en verano. En climas suaves, se puede utilizar en rocallas, en un jardín seco, o en una maceta grande para resguardar en climas fríos.

Este arbusto de la familia de las pittosporáceas es originario de las regiones secas situadas al este de los Alpes de Nueva Zelanda. De crecimiento bastante rápido, forma en pocas temporadas un arbusto denso y robusto de 50 a 80 cm en todas las direcciones, llegando a veces hasta 1 m. Sus tallos muy ramificados presentan hojas persistentes de color verde oliva, alternas, enteras, ovaladas, gruesas, muy brillantes, coriáceas, con bordes lisos. Son pequeñas, no superando los 3 a 3.5 cm de longitud por 1.5 cm de anchura. La floración ocurre a finales de primavera o principios de verano. Las pequeñas flores en forma de copa, de un rojo casi negro, de menos de 1 cm de diámetro, desprenden un aroma especialmente perceptible por la noche. Son seguidas por la formación de algunos frutos redondos, primero verdes y luego casi negros al madurar. Después de un invierno algo riguroso que pueda dañar parte o toda la vegetación, la planta puede rebrotar desde el tocón o la base de las ramas, tras una poda más o menos severa según el caso.

Resistente hasta -7°C/-10°C, el Pittosporum Golf Ball requiere un suelo seco, no demasiado calcáreo, bien drenado, una ubicación cálida, soleada y protegida de los vientos dominantes. En climas suaves, se puede plantar en rocallas o en bordes de césped, acompañado de cistus, Armeria maritima o tomillos rastreros. En regiones frías, se puede colocar en una maceta en la terraza para disfrutar de su delicado aroma y su encanto redondeado. Esta variedad, al igual que el boj, también puede formar un pequeño seto de aspecto muy cuidado y se presta bien al arte topiario, pero tiene la ventaja de estar libre de enfermedades, a diferencia de este último, diezmado en algunas regiones. Acompáñalo con geranios vivaces, lavandas, romeros, grevilleas, escalonias o combínalo con los follajes plateados de las artemisas blancas.