Huso de la fortuna Coloratus- Euonymus fortunei

El Euonymus fortunei ‘Coloratus’ es un evónimo rastrero, dotado de una vegetación compacta y muy densa, cubierto de un follaje perenne de un hermoso verde oscuro brillante que se torna púrpura rojizo ante los primeros signos de frío. Este pequeño arbusto de aspecto siempre cuidado es ideal para cubrir el suelo de manera eficaz y elegante. Sus ramas equipadas con raíces aéreas se sujetan fácilmente a los muros, de manera similar a la hiedra, pero sin volverse invasivas. Adecuado para múltiples usos, encuentra su lugar bajo arbustos, en los bordes de bosques, en bordillos de caminos o incluso en macetas en la terraza. Muy tolerante en cuanto a suelo y exposición, sin embargo, evita las situaciones áridas.

Originario de Asia y del norte de China, el Euonymus fortunei es un arbusto tapizante de la familia de las celastráceas de crecimiento bastante lento, perfectamente resistente y que tolera bien la presencia de caliza en el suelo. La variedad ‘Coloratus’ es apreciada por su porte particularmente compacto, denso y rastrero o incluso trepador, así como por su hermosa coloración invernal. En madurez, este cultivar de crecimiento lento alcanzará unos 35 cm de altura y se extenderá al menos 60 cm. Desarrolla ramas flexibles que se pueden poner en espaldera fácilmente y que tienen la capacidad de sujetarse por sí solas a su soporte gracias a sus raíces aéreas. Las hojas persistentes, elípticas, de 3 a 4 cm de largo, con bordes dentados, son de un verde oscuro brillante. Adquieren, según la exposición al sol, hermosos tonos púrpura rojizos bajo el efecto del frío. En primavera, en los brotes del año, aparece una floración insignificante en forma de pequeños racimos de flores blanquecino-verdosas. Dan paso a bayas rojas, decorativas pero no comestibles, apreciadas por las aves.

El Euonymus fortunei ‘Coloratus’ crece en cualquier suelo drenado, en situaciones no áridas, preferiblemente en semisombra. La poda es innecesaria, es mejor pellizcar los planteros para ramificarlos y eliminar solo la madera muerta o enferma. Se utiliza en macetas en una terraza, en rocallas o en bordillos de césped, e incluso para destacar la curva de un camino o los peldaños de una escalera, o cubrir el talud de un muro de contención. Es útil para vegetalizar un murete, sin volverse incontrolable. Combínalo con otras plantas cubresuelos resistentes como, por ejemplo, el Waldsteinia ternata, las Bergenia, cotoneaster rastreros, u otras variedades de evónimos rastreros con follaje variegado.

Consejo: En caso de sequía, riega para mantener un follaje hermoso.