
¿Cómo combatir la mosca mediterránea de la fruta?
Tratamiento y medidas profilácticas contra Ceratitis Capitata
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Algunas moscas tienen una predilección específica por las frutas. Este es el caso de la mosca de la cereza (Rhagoletis cerasi) o de la mosca del olivo (Bactrocera oleae). Existe otra que puede causar graves daños en los huertos del sur de Francia. Se trata de la mosca mediterránea (Ceratitis capitata), que tiene la capacidad de atacar a numerosas frutas, desde los cítricos hasta el melocotonero, pasando por los manzanos, los albaricoqueros, las higueras… Muy voraces y particularmente prolíficas, las larvas de esta mosca pueden arruinar una cosecha en una sola temporada.
Descubre todo lo que necesitas saber sobre la mosca mediterránea de la fruta para combatirla mejor y evitar su invasión.
¿Cómo reconocer a la mosca mediterránea de la fruta?
Originaria de África tropical, la mosca mediterránea (Ceratitis capitata) es un díptero de la familia de los Tephritidae. De hecho, es la única representante de esta familia en el continente europeo. Actualmente presente en toda la cuenca mediterránea y Córcega, ha encontrado allí las condiciones climáticas ideales. Pero el cambio climático y el calentamiento de las temperaturas podrían hacer que avance lentamente hacia el norte.
A veces llamada ceratitis, este mosquito adulto se reconoce por su cabeza amarillenta, con ojos verde esmeralda, su cuerpo amarillo grisáceo y los dibujos amarillo anaranjados en sus alas. Las larvas son de un blanco que tira hacia el amarillo, con dos ojos negros, un gancho bucal muy visible, y las pupas marrón rojizo. Los adultos miden entre 4 y 5 mm, las larvas alcanzan 8 mm.
Este insecto plaga causa importantes daños en los cultivos frutales del sur de Francia, tanto en los huertos de profesionales como de aficionados.
¿Cuál es el ciclo de vida de Ceratitis capitata?
Si las condiciones climáticas le convienen, la mosca mediterránea se desarrolla muy rápidamente. Hasta el punto de tener 6 a 7 generaciones por año si las temperaturas están entre 25 y 32 °C. ¡Hay que decir que una larva puede completar su desarrollo en dos semanas!
Pero todo comienza en primavera, a partir del mes de mayo, cuando los adultos jóvenes salen de su reposo invernal (la diapausa) y se aparean. A partir de entonces, las hembras ponen sus huevos bajo la epidermis de los frutos que perforan con su ovipositor. Puede producir hasta 600 huevos durante su corta vida. Tres días después de la puesta, nacen las larvas y comienzan a alimentarse de la pulpa de los frutos. Teniendo en cuenta que varias hembras pueden depositar huevos en el mismo fruto, la invasión puede ser severa.
Una vez saciadas, las larvas se transforman en pupas (se convierten en crisálidas). Luego, se dejan caer al suelo donde se entierran unos centímetros. Y nace una nueva generación. De hecho, es en este estado que la mosca mediterránea pasa el invierno, si las temperaturas superan los 2 °C. Si el termómetro desciende por debajo durante al menos una semana, mueren.
¿Cómo saber si las frutas están afectadas?
Como las larvas se desarrollan dentro del fruto, cuando nos damos cuenta, el daño ya está hecho. De hecho, aparece una mancha alrededor de un punto de picadura, que luego crece y se extiende con bastante rapidez. Mientras tanto, las larvas continúan su labor destructiva, la pulpa de los frutos acaba descomponiéndose. La podredumbre afecta al fruto entero, que termina cayendo.
Los frutos no son aptos para el consumo. Y, por supuesto, no pueden almacenarse para su conservación.
Esta mosca mediterránea es especialmente temida porque es polífaga. Ataca a casi todos los frutales, desde los cítricos hasta los manzanos, membrilleros y perales, pasando por los melocotoneros, los albaricoqueros, los ciruelos, los guindos, los Actinidias (que producen los kiwis), las higueras, los granados, los olivos en tallo, los nísperos, los caquis que producen kakis, las vides, e incluso las fresas…

La mosca mediterránea de la fruta ataca a casi todas las frutas.
¿Cómo combatir la mosca mediterránea?
No existe ningún tratamiento curativo natural para eliminar las larvas o los adultos. Sin embargo, es posible contrarrestar las invasiones con métodos de control biológico. Lo esencial es actuar al inicio de la primavera para evitar que las hembras pongan huevos:
- La trampa cromática amarilla adhesiva: los insectos voladores, especialmente las moscas, son atraídos por el color amarillo. Estas trampas adhesivas resultan muy efectivas, ya que los insectos se quedan pegados y no pueden escapar. Principalmente, permiten detectar la presencia de la mosca mediterránea de la fruta, pero para mayor eficacia se recomienda usarlas junto con trampas de feromonas.
La trampa amarilla adhesiva permite detectar la presencia de la mosca mediterránea de la fruta.
- La trampa de feromonas especial para moscas de la fruta: consiste en una trampa de plástico amarillo, un color muy atractivo para estos insectos, y cápsulas de feromonas que atraen a los machos al reproducir sintéticamente las hormonas sexuales femeninas. Los machos quedan atrapados en la cubeta y no pueden reproducirse. Estas trampas de feromonas se colocan directamente en los árboles desde abril hasta el final del apareamiento, es decir, hasta septiembre-octubre, dependiendo de las condiciones climáticas.
- El adaptador para trampas caseras con una botella: en forma de embudo, este adaptador se fija a una botella de agua común. Con su color amarillo, atrae a las moscas que quedan atrapadas dentro de la botella, atraídas por un cebo a base de fosfato diamónico.
Sin olvidar la prevención
Para evitar o limitar los ataques de la mosca mediterránea, es mejor optar por métodos profilácticos:
- Recoger con cuidado todos los frutos maduros caídos al suelo y llevarlos al vertedero. No los pongas en el compost. Estos frutos pueden albergar larvas que podrían continuar el ciclo de vida.
- Eliminar los frutos con manchas que aún estén en el árbol. Antes de desecharlos, ábrelos para comprobar la presencia de larvas. Si no las hay, consúmelos sin problema.
- En árboles pequeños, la colocación de filamentos antiinsectos de malla fina puede impedir que las hembras accedan a los frutos.
- La azada del suelo en invierno permite sacar a la superficie las pupas (una especie de crisálida) que, al exponerse al más mínimo período de frío, mueren. Si tienes gallinas, también puedes soltarlas, ya que al escarbar harán salir estas pupas que se encuentran a unos centímetros bajo el suelo.
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