Hoya kerrii - Planta corazón

La Hoya kerrii o Planta corazón, es una planta de interior de origen tropical que debe su nombre a sus hojas tan en forma de corazón que se vende habitualmente para San Valentín o como regalo romántico. Interesante durante todo el año, desarrolla hojas gruesas y brillantes que crecen en largas lianas, lo que la hace ideal para suspensión, desde donde cae con elegancia. En esta especie tipo, las hojas son de un verde medio uniforme. Su floración espectacular, en flores de porcelana, puede ser caprichosa y hacerse esperar, pero sus umbelas de flores blancas que evocan porcelana fina son de una belleza exquisita.

La Hoya kerrii o Hoya obovata var. kerrii también se llama Kirengeshoma y Hoya de San Valentín. Es una especie originaria del sudeste asiático, especialmente del norte de Tailandia, Laos, Camboya, sur de Vietnam y Java, así como de algunas regiones de China. En estas zonas, esta planta epífita trepa sobre otros vegetales que le sirven de soporte para elevarse varios metros de altura. La Hoya kerrii desarrolla hojas suculentas, muy gruesas, con un crecimiento lento a medio, en lianas que pueden alcanzar los 4 metros de largo. Su floración en primavera o verano en interior se expresa en umbelas de flores estrelladas, blanco crema con un centro rojo, con una textura sorprendente que recuerda a la porcelana y el centro rojo como pequeñas perlas. Agrupadas de 15 a 20, o más, están sostenidas por largos pedúnculos florales formando así un ramo de 5-6 cm de diámetro.

El género Hoya pertenece a la familia Apocynaceae y comprende unas 400 especies, originarias de las regiones cálidas y húmedas del sudeste asiático, Australia y Polinesia, donde prosperan en los bosques tropicales. Principalmente arboritos o lianas epífitas, a menudo se anclan a los troncos y ramas de los árboles mediante raíces aéreas, lo que les permite crecer hacia la luz. Este porte trepador único las ha hecho populares como plantas ornamentales de interior, ideales para trepar sobre soportes o en cascada en cestas colgantes.

La Hoya kerrii aprecia una luminosidad brillante indirecta, pero también algunas horas de sol directo al día, evitando los rayos más fuertes del mediodía. Elige un sustrato para plantas epífitas, como un sustrato para orquídeas, y déjalo secar completamente entre riegos. La Hoya kerrii se desarrolla bien a temperaturas entre 18°C y 26°C, con una humedad relativa entre el 40% y el 60%. Puedes optar por hacerla trepar sobre un soporte, tutor simple o pequeño tipi, o bien utilizarla en suspensión dejando colgar sus tallos flexibles.