Anthurium villenaorum - Anturio

El Anthurium villenaorum es una planta de interior excepcional conocida por sus hojas exuberantes y aterciopeladas. Originaria de los bosques tropicales de Perú, esta planta, con un porte erguido y elegante, encuentra su lugar en una decoración contemporánea o tropical, vistiendo el espacio con un verdor sofisticado. Ideal para los amantes de la jungla urbana, prospera en un ambiente luminoso sin luz solar directa. Un consejo clave: asegúrate de mantener una humedad constante y utiliza un sustrato bien drenante para preservar su follaje espléndido.

De la familia de las Aráceas, el Anthurium villenaorum es una vivácea tropical de porte erguido, con hojas que forman una silueta grácil y estructurada. Desarrolla hojas largas, anchas, gruesas y ligeramente aterciopeladas, de un verde intenso adornado con venas plateadas que captan la luz. En interior, en una maceta, alcanza una altura de 50 a 70 cm y una envergadura de 40 a 60 cm. Su crecimiento es relativamente lento. Sus flores discretas, características del género Anthurium, adoptan la forma de una espata y un espádice, pero son principalmente sus hojas las que le confieren todo su encanto.

Originario de los bosques húmedos de Perú, el Anthurium villenaorum prospera bajo un dosel arbóreo denso, en un ambiente cálido y húmedo. Para desarrollarse adecuadamente, necesita luz indirecta, un alto nivel de humedad (al menos 60%) y una temperatura constante entre 18 y 25 °C. Atención, es ligeramente tóxica por ingestión para animales y humanos, debido a la presencia de oxalatos de calcio. Aunque algunas Aráceas son reconocidas por sus propiedades depurativas, esto resulta secundario en esta variedad.

El Anthurium villenaorum puede ubicarse en una habitación cálida y luminosa que mantenga suficiente humedad. Con su porte estructurado y hojas gráficas, combina a la perfección con un estilo minimalista, zen o contemporáneo. Colocada en una maceta de cerámica blanca o en un cubremacetero de mimbre natural, también se integra en ambientes escandinavos o tropicales.

Para crear una composición armoniosa, combínalo con un Philodendron gloriosum o un Alocasia cucullata, que comparten necesidades similares en cuanto a humedad y luminosidad. Colócalo en una estantería alta o en un soporte decorativo para resaltar sus hojas aterciopeladas y añadir altura a tu decoración.