Cactus - Pachycereus pringlei

El Pachycereus pringlei, originario del norte de México, es uno de los cactus más grandes del mundo, alcanza dimensiones impresionantes en su hábitat natural. Se distingue por su porte columnar imponente, sus tallos acanalados de color verde oscuro y sus numerosas espinas rígidas. Este cactus se desarrolla bastante rápido y puede formar varias ramificaciones desde su juventud. En interior, es apreciado por su apariencia majestuosa, aunque crece lentamente.

El Pachycereus pringlei pertenece a la familia de las Cactáceas, es originario del desierto de Sonora, al noroeste de México y en Baja California. También se le conoce con los nombres de Cereus pringlei, Cereus calvus, Cereus titan, Pachycereus calvus, Pachycereus titan, Pilocereus pringlei. Crece naturalmente en zonas áridas, donde puede alcanzar 10 a 15 m de altura en plena naturaleza. Cultivado en maceta en interior, se mantiene mucho más modesto, alcanzando generalmente 1 m después de varios años. Su cuerpo columnar, de color verde oscuro, está recorrido por 10 a 15 costillas bien marcadas, sobre las cuales se desarrollan aréolas lanudas que portan espinas robustas y grisáceas. En la madurez, en buenas condiciones, produce grandes flores blancas nocturnas, seguidas de frutos carnosos rojizos, pero estos fenómenos son muy raros en interior.

El Pachycereus pringlei requiere varias horas de sol directo al día. Tolera temperaturas elevadas, entre 20 y 35 °C, pero debe protegerse del frío y mantenerse por encima de 10 °C en invierno. Su sustrato de cultivo debe ser muy drenante, siendo ideal una mezcla de tierra para cactus, arena gruesa y perlita para evitar la retención de agua. El riego debe ser moderado, dejando secar completamente el sustrato entre cada aporte de agua. En invierno, es necesario reducir considerablemente el riego para respetar su ciclo de reposo. Poco sensible a enfermedades, puede ser atacado por cochinillas.

El Pachycereus pringlei no es tóxico, pero sus espinas rígidas y afiladas pueden causar heridas si se manipula sin cuidado. Se recomienda usar guantes durante el trasplante y colocarlo fuera del alcance de niños y animales para evitar cualquier riesgo de accidente.

Con su porte majestuoso, el Pachycereus pringlei luce imponente en un salón espacioso, una veranda o un invernadero luminoso. Se cultiva en una maceta de barro, que mejora el drenaje y resalta su silueta imponente. Combina bien con otros cactus columnares, como el Carnegiea gigantea o el Echinopsis terscheckii, así como con suculentas de formas más compactas, como la Echeveria agavoides o el Sedum nussbaumerianum.