Tejo Dovastonii Aurea - Taxus baccata

El Taxus baccata Dovastonii Aurea aporta un toque de fantasía al reino del Tejo, a veces considerado un poco austero. Adornado con un hermoso follaje dorado, este luminoso conífero forma muy lentamente un ejemplar tan ancho como alto, cuyas ramas caen con elegancia y se adornan, en los pies femeninos, con una bonita fructificación en arilos rojo intenso. Dotado de un desarrollo moderado, más adecuado para jardines de tamaño medio, atractivo todo el año, casi sin mantenimiento, resistente y adaptable a diferentes suelos, exposiciones y climas, este arbusto presenta sin duda numerosas ventajas.

Muy presente en los jardines más antiguos y parques de Europa, los Taxus baccata nos contemplan a veces desde hace cientos de años. Su longevidad es realmente notable y puede alcanzar varios siglos. La especie, ahora rara en la naturaleza, es originaria de Europa, Asia Menor y el norte de África. En Francia, aún se encuentra en las llanuras de Bretaña, Normandía y los Vosgos, en zonas bajas y medias montañas del sur y en Córcega. Algunos asentamientos sobreviven también en los macizos calcáreos de Provenza, en las laderas norte de la Sainte Baume y la Sainte Victoire cerca de Aix-en-Provence. Algunos ejemplares que crecen en las gargantas del Verdon podrían tener más de mil años. También podrás admirar ejemplares impresionantes en jardines antiguos o en cementerios, cerca de iglesias por razones simbólicas (considerados como el vínculo entre el cielo y la tierra), pero también para evitar que el ganado los consuma. Las agujas, la corteza y los frutos son tóxicos para humanos y animales, excepto para las aves que consumen las bayas y desechan las semillas. El tejo es un conífero de la familia de las taxodiáceas, al igual que los cryptomerias y los metasequoias.

El cultivar 'Dovastonii Aurea' se distingue por un pequeño desarrollo, un porte ancho, extendido y llorón, y un follaje dorado. De crecimiento lento, no superará los 5 m en ninguna dirección. Se caracteriza por una corona abierta y aireada. Sus largas ramas flexibles y su tronco están cubiertos de una corteza rojiza que se descama. Sus ramizas están cubiertas de agujas aplanadas, amarillas a amarillo-verdes y brillantes, con un revés marcado por dos bandas blancas, con extremo puntiagudo pero muy suaves al tacto. Así, aporta presencia durante todas las estaciones y suele ser la estructura del jardín. Es un árbol dioico: los ejemplares tienen flores masculinas o femeninas. Las bayas rojas aparecen tras una floración discreta solo en los pies femeninos. También es un árbol melífero.

El Taxus baccata 'Dovastonii Aurea' encontrará su lugar en todos los jardines, incluso de tamaño modesto, desde el norte hasta el sur de nuestro país, y se adaptará a todos los estilos: estricto, extravagante, clásico, romántico, contemporáneo, mineral o poético. Y más aún porque este tejo no solo es muy resistente, sino que acepta todo tipo de suelo: ordinario, ligeramente ácido o calcáreo, fresco o seco. Puede ser un hermoso ejemplar aislado o acompañarse de arbustos rastreros igualmente frugales (Cotoneaster, chamaecyparis y enebros de pequeño desarrollo, Coprosma...). La poda no es indispensable o se limita a una intervención al año, y logrará rebrotar incluso tras una poda más severa en madera vieja. Indiferente a la exposición, incluso puede plantarse a la sombra. Si deseas mantenerlo cerca de las entradas, el cultivo en maceta también le conviene.