Cítrico Mano de Buda - Citrus medica var. sarcodactylis

El cítrico Mano de Buda, en latín Citrus medica digitata (o var. sarcodactylis), es una variedad espectacular de Cidro, probablemente surgida por mutación espontánea, un fenómeno frecuente en el género Citrus. Poco vigoroso, se desarrolla como un gran arbusto o un pequeño árbol espinoso, con un porte algo irregular, y produce a principios de primavera racimos de flores blancas o púrpuras, muy aromáticas, que rápidamente se transforman en frutos curiosos, como fragmentados en dedos, imitando una mano humana. Más que su pulpa, a menudo reducida al mínimo, es la cáscara de este fruto la que se busca por su extraordinario aroma que evoca al cedro.

El Citrus medica digitata es un arbusto de la familia de las Rutáceas, de porte variable y con largas ramas espinosas, de crecimiento lento. Es originario del noreste de la India y de China. Su origen es bastante controvertido: algunos autores defienden una mutación natural del Citrus medica, pero otros sugieren que un ácaro microscópico que infesta el fruto joven sería responsable de la ausencia de pulpa y semillas. En cultivo, este pequeño árbol alcanza  3 m de altura y se extiende unos 2 m. Poco resistente, muere por debajo de -3°C. Puede plantarse en terreno abierto en una estrecha franja del litoral mediterráneo, pero teme el calor intenso, la sequía y las exposiciones abrasadoras. Generalmente se cultiva en macetas y se resguarda ante los primeros fríos. Cultivado por sus frutos espectaculares, este cítrico florece abundantemente en marzo-abril, y luego, más esporádicamente, en septiembre. Produce capullos púrpuras que se abren en racimos de pequeñas flores blancas y púrpuras, con un aroma suave y goloso a neroli, característico de los Citrus. Estas dan lugar a frutos divididos en segmentos cilíndricos cuyo número varía. ¡Su peso puede superar 1 kg y su longitud los 20 cm! Su epidermis, muy gruesa, de color amarillo-anaranjado en la madurez, presenta un aspecto muy grumoso. La pulpa, a menudo inexistente, es poco ácida y no jugosa, sin semillas. Se cosechan los frutos en noviembre, en su madurez, cuando su concentración de aceites esenciales está en su apogeo. Las hojas persistentes y aromáticas de este cítrico son grandes y anchas: miden hasta 15 cm de largo. Su tono es un verde pálido. Se trata de un arbusto autopolinizante lo que significa que un solo individuo basta para una polinización completa y asegurar la fructificación.

Este cidro, que posee un aroma notable, se utiliza principalmente en Asia para decorar interiores y perfumar la casa o la ropa. La ausencia de pulpa le permite tener una duración de conservación excepcional. En cocina, la piel puede confitarse o usarse como la ralladura de otros cítricos, para aromatizar postres y platos dulces o salados. Como la pulpa es poco amarga, se pueden cortar directamente los 'dedos' en finas rodajas e incorporarlos en ensaladas o platos a base de pescado.

Como todos los Citrus, la Mano de Buda contiene en sus hojas, flores y frutos bolsas de esencia a menudo visibles a simple vista, de las cuales se extrae por destilación (flor y hojas) o por presión (cáscara) un aceite esencial muy apreciado en perfumería, descrito como una maravillosa mezcla de hesperidios y flor.