Semillas de Cordiline - Cordyline australis

Las semillas de Cordyline australis (verde) dan origen a una planta exótica, también llamada Dracaena australis. Con aspecto de pequeña palmera, presenta un follaje perenne, largo y esbelto, que forma una mata densa y evoluciona con la edad. En verano, los ejemplares maduros ofrecen una floración espectacular en forma de grandes panículas blanco crema, perfumadas y melíferas. Ideal para climas templados y costeros, esta planta también se cultiva en macetas para resguardarla en interiores en regiones más frías. En forma de semillas, permite introducir un ambiente exótico en el jardín o la veranda a un costo reducido.

Originaria de Nueva Zelanda, la Cordyline australis pertenece a la familia de las asparagáceas. En estado silvestre, esta vivácea arborescente puede alcanzar hasta 20 m de altura, pero en nuestras latitudes mantiene un tamaño más modesto, entre 5 y 6 m en terreno abierto con una envergadura de 2 m, y alrededor de 2,50 m de altura en macetas. En maceta, es poco probable que florezca. Durante sus primeros años, adopta un porte en roseta antes de desarrollar un tronco robusto que se ramifica tras cada floración. Su follaje perenne, de un verde intenso, está compuesto por largas hojas arqueadas de entre 40 y 90 cm, con una base más ancha en las hojas maduras. La floración, que ocurre de junio a agosto en ejemplares bien establecidos, produce abundantes inflorescencias en panículas. Las flores blancas y perfumadas, ricas en néctar, atraen polinizadores y dan lugar a pequeñas bayas blancas muy apreciadas por las aves.

Particularmente resistente al viento y a la salinidad, la Cordyline australis es una excelente opción para jardines a orillas del mar o regiones con clima oceánico y mediterráneo. Tolera heladas breves hasta -5/-7°C, pero se recomienda protección invernal en zonas más frías. Se cultiva fácilmente en macetas, en un sustrato ligero y bien drenado, y requiere riego moderado en épocas secas. Una fertilización regular favorece su desarrollo. Con su silueta arquitectónica, esta planta encaja perfectamente en un jardín exótico, en aislado, en grupo, dentro de un macizo o en alineación. Para reforzar el ambiente tropical, puede combinarse con bananeros, cannas, Grevillea, bambúes, eulalias. Su follaje gráfico y porte esbelto ofrecen un contraste interesante con plantas de formas redondeadas o floraciones vibrantes.