Rhododendron Shamrock

El Rhododendron Shamrock es una variedad enana, compacta y luminosa que no pasa desapercibida en el jardín durante la primavera. Desde el mes de marzo, este arbusto de tierra de brezo se cubre de flores en forma de trompetas, de un color amarillo-verde de lo más original. Contrastan con un bonito follaje persistente verde oliva brillante. Bajo su apariencia de planta tropical, el Rhododendron Shamrock es un pequeño arbusto muy resistente que puede soportar fuertes heladas.

Híbrido del Rhododendron keiskei, un arbusto japonés de tamaño muy variable que puede medir desde 30 cm hasta 3 m de altura, la variedad ‘Shamrock’ revela una silueta muy compacta, naturalmente redondeada y armoniosa. Este arbusto enano forma un pequeño domo bien tupido de aproximadamente 60 cm de alto y de envergadura. Sus ramas lucen un hermoso follaje persistente, compuesto por hojas verde oliva, brillantes, acanaladas y redondeadas, decorativas durante todo el año. La originalidad del Rhododendron Shamrock también proviene del color de su floración y de la precocidad de esta última, que aparece desde el mes de marzo y se prolonga hasta abril, incluso mayo. Las flores son más bien pequeñas pero extraordinariamente numerosas y cubren completamente el follaje. En forma de trompetas, muestran un singular color verde pálido tirando a amarillo. Esta luminosa floración es ideal para iluminar las zonas sombreadas del jardín.

Notablemente resistente, el Rhododendron Shamrock soporta temperaturas de hasta -20°C. Por lo tanto, es adecuado para regiones con inviernos rigurosos, siempre que se proteja de los excesos de humedad. En regiones con climas cálidos y secos, debe colocarse absolutamente al abrigo del sol y beneficiarse de riegos regulares en verano para evitar el secado del cepellón, que es difícil de recuperar. La ubicación ideal del Rhododendron Shamrock es a media sombra, al abrigo del sol abrasador. Se desarrolla bien en un sustrato ácido y fresco, como la tierra de brezo.

Una tierra caliza provocaría el amarilleamiento de las hojas y luego el deterioro de la planta por clorosis. En terreno abierto, en zonas calcáreas, es necesario hacer un hoyo de al menos 1 metro de diámetro y 50 cm de profundidad y aislar el lugar con una malla imputrescible. Esta técnica evita que las raíces entren en contacto con la tierra caliza circundante. El rododendro no debe plantarse profundamente, de modo que su collar quede al ras de la superficie del suelo. El relleno se realiza con tierra de brezo, que puede complementarse con un acolchado a base de hojas y estiércol descompuesto. Las raíces superficiales de los rododendros requieren un riego regular. El cepellón debe mantenerse húmedo constantemente durante la temporada cálida, sin estar encharcado. La poda del rododendro se limita a eliminar las flores marchitas al final de la floración. Este arbusto, fácil de cuidar, no es particularmente sensible a enfermedades. Sin embargo, puede sufrir ataques de otiorrinco, que mordisquean el borde de las hojas y las raicillas sin causar daños importantes.

En terreno abierto, el Rhododendron Shamrock encontrará su lugar en primer plano de un macizo sombreado, como bajo un bosque o en exposición norte. Si sus dimensiones no le permiten necesariamente ser plantado aislado, lucirá maravillosamente en un seto bajo o en el borde de una platabanda. Su pequeño tamaño también permite cultivarlo en maceta para adornar terrazas, balcones, patios y patios interiores con su floración luminosa y su follaje decorativo. Combina perfectamente con azaleas, camelias y hortensias para florecer durante largos meses un espacio sombreado. También lucirá maravillosamente junto a vincas o hostas para lograr una armonía de follaje exitosa.