Ravenala madagascariensis - Palma del viajero

El Ravenala madacascariensis, conocido por su nombre de Árbol del viajero, es una magnífica planta tropical, exótica a más no poder, emblemática de la isla de Madagascar y cultivada en todas las zonas tropicales del mundo para la ornamentación de jardines. Esta planta arborescente posee una silueta reconocible entre todas, con un falso tronco que sostiene largas hojas pinnadas similares a las de algunos plátanos, pero perfectamente dispuestas en abanico, en un mismo plano. En buenas condiciones, las plantas adultas ofrecen una bella floración blanco-crema que recuerda mucho a la del ave del paraíso Strelitzia alba. Esta planta sensible a las heladas solo podrá plantarse en terreno abierto en ubicaciones extremadamente protegidas de la zona del naranjo. En otros lugares, se cultiva en contenedor, para resguardarse en la veranda o en el invernadero desde septiembre hasta mediados de mayo.

El Ravenala madascariensis pertenece a la familia de las Strelitziáceas (las aves del paraíso), también es un pariente lejano de los plátanos y los jengibres. Es originario de Madagascar, donde crece en terrenos arenosos o pedregosos, muy húmedos en profundidad. Es una planta arborescente y no un árbol, como las palmeras o los plátanos: no produce un verdadero tronco, sino un estípite. Debe su nombre de árbol del viajero a su capacidad para almacenar agua, su savia abundante es potable y fácil de extraer con un machetazo. Por el contrario, el agua de lluvia que se acumula en la base de sus hojas, a veces estancada, es principalmente útil para algunos pequeños animales como las ranas, los coleópteros, así como mosquitos. En la naturaleza, el Ravenala desarrolla un estípite que supera los 10 m de altura y se eleva a 20 m del suelo. En Madagascar, la polinización de las flores está asegurada por los lémures y los murciélagos.

Cultivado en un contenedor grande, el árbol del viajero rara vez supera los 3 m de altura, y menos aún si se instala en una maceta de volumen inferior. Es aproximadamente tan ancho como alto. Su estípite es de color marrón. Sostiene vastas hojas que pueden medir 3 m de largo para las plantas instaladas en terreno abierto, divididas en numerosos segmentos colgantes a cada lado de la vena central. Están dispuestas en abanico, en un mismo plano. Su base en forma de copa retiene el agua de lluvia. Los pecíolos de las hojas están bien apretados, de color oscuro, con bordes anaranjados, y cubiertos de una cera blanquecina. Son más largos que las láminas foliares. Cuando florece, este árbol del viajero produce grandes flores blancas, muy originales, compuestas de 3 sépalos, 3 pétalos y 6 estambres, contenidas en espatas que miden 15 a 20 cm de largo. En Madagascar, la floración comienza en septiembre. Los frutos se parecen un poco a plátanos duros, contienen numerosas semillas rodeadas de fibras de un azul intenso.

El Ravenala madagascariensis es una magnífica planta para veranda o invernadero con calefacción. Esta planta no debe carecer ni de luz, ni de calor, ni de espacio, agua, ni alimento en periodo de crecimiento. Puedes crear fácilmente un decorado exótico a su alrededor, adoptando un strelitzia, unas cannas y unos plátanos, Ricino, jengibres, y una pequeña palmera como el Sabal minor por ejemplo. En los jardines más protegidos de la Costa Azul, puedes intentar su cultivo en terreno abierto, con riegos regulares en verano, y mediante una buena protección invernal.