Lagunaria patersonii

El Lagunaria patersonii, también conocido como Hibisco de la Isla Norfolk debido a sus orígenes australianos, es un pequeño árbol persistente con muchas cualidades. Decorado con una hermosa floración estival, poco exigente en cuanto al tipo de suelo, es perfectamente resistente a las salpicaduras del mar y tolera bastante bien la sequía estival una vez establecido. Si no se planta más a menudo en nuestros jardines, es debido a su escasa resistencia al frío, que lo condena a partir de -5°C. En verano, con sus bonitas flores de hibisco de un rosa perlado pinchadas en la axila de cada una de sus hojas verde oliva, ¡es tan encantador como un camelia en invierno o un cerezo japonés en la primera primavera! Lucirá maravillosamente plantado en solitario en un pequeño jardín costero. Su crecimiento lento y su buena tolerancia a la poda permiten su cultivo en una gran maceta durante muchos años, lo que permite a los jardineros de regiones más frías disfrutar de su hermosa floración en la temporada cálida en la terraza y protegerlo de las heladas fuertes en un invernadero frío o una veranda poco calefaccionada.

El Lagunaria patersonii (sinónimo de Hibiscus patersonius, Solandra squamea) es un pequeño árbol perteneciente a la familia de las malváceas, al igual que las rosas de Alejandría y el malvavisco. Es originario de Australia, más concretamente de las islas Norfolk y Lord Howe, y de Queensland. Presenta un bonito porte piramidal y alcanzará aproximadamente 5m de altura por 2m de envergadura, después de muchos años. Tiene hojas ovales, coriáceas, cubiertas de pelos grisáceos, más densos en el reverso. Miden de 5 a 10 cm de longitud y presentan un haz verde oliva, mientras que el envés es más gris, muy velloso. La floración comienza a finales de junio y dura alrededor de 2 semanas. Las flores, solitarias, anchas de 5cm, están compuestas por 5 pétalos reflexos de textura cerosa, dispuestos en copa abierta, rodeando una columna central compuesta por el pistilo y estambres amarillos. Florecen en un rosa fresco, luego se vuelven casi blancas al madurar. Son seguidas por la formación de una gran cantidad de frutos que son cápsulas. Cada una, que persiste algunos meses en el árbol, está revestida de sedas irritantes para la piel y contiene semillas lisas de color naranja claro.

El Lagunaria patersonii es apreciado en climas privilegiados o en una maceta grande por la belleza de su floración, a pesar de su duración bastante corta. De fácil cultivo, tolera bien las salpicaduras del mar, lo que lo convierte en un buen sujeto para plantar en una hilera cortavientos en un jardín costero. Cuando se planta en una zona azotada por el viento, a veces adopta un porte un poco distorsionado, contorsionado, tormentoso, con un diseño singular. Se puede asociar en una hilera florida con Guayabos, Lagerstroemias, Sophora davidii y el Mirto común Pumila. En la terraza, podrá acompañar, por ejemplo, a una Adelfa, un Melaleuca gibbosa y un Caesalpinia gilliesii.