Veronica spicata Alba - Verónica espigada

La Veronica spicata 'Alba' es una forma blanca de la verónica en racimos, una vivácea europea vigorosa, muy resistente y poco exigente. La planta forma una mata compacta y grácil, que lanza en verano largos racimos en forma de espigas erectas, cubiertos de pequeñas flores en estrella de blanco puro, evocando cirios de plata. Su follaje velloso viste una vegetación tapizante que se extiende gracias a un fuerte tocón rastrero. Prospera en macizos soleados, taludes y rocallas, en suelo calizo bien drenado.

La verónica en racimos es una planta vivácea de la familia de las plantagináceas, antiguamente clasificada en la de las escrofulariáceas, que crece principalmente en montaña, hasta los 2050 metros de altitud, más raramente en llanura. Se la encuentra creciendo en praderas, céspedes secos, pendientes rocosas, al borde de los bosques, la mayoría de las veces en suelo calizo. La forma 'Alba' muestra una vegetación tupida y vigorosa, de 30 a 45 cm de altura, extendiéndose hasta 1 m de diámetro desde su tocón semileñoso potente. Sus tallos vellosos están ramificados en la parte superior y portan hojas caducas a semiperennes, ovaladas a lineales, de un bonito verde oscuro con reflejos grises, con bordes finamente dentados. En verano, de julio a agosto y a veces hasta septiembre, produce en el extremo de los tallos con flores diminutas flores en forma de estrella, reunidas en espigas densas y erectas, alcanzando los 60 cm de altura. Esta floración es melífera y nectarífera. La planta se resiembra espontáneamente en el jardín, en suelo ligero.

Esta verónica en racimos 'Alba' se instalará en cualquier suelo bien drenado, incluso pedregoso y calizo, preferiblemente al sol. Es ideal para un jardín montañoso de suelo pedregoso. Si bien prefiere un poco de frescor en su base, una vez bien establecida, tolera bastante bien la sequía. Esta vivácea será muy útil para vestir la base de rosales arbustivos o en macizo elevado, en un talud, en una rocalla, asociada a equináceas, stipas, salvia arbustiva roja, amapolas de California o lavandas. Sus espigas blancas, relativamente flexibles, aportan verticalidad a un macizo bajo compuesto de plantas muy tapizantes como las aubrietas, las campanillas de los muros o los cerastios. La verónica en racimos también puede cultivarse aislada.